Son casi 2.000 los españoles encarcelados en el extranjero, el 80% por drogas

Madrid.-  El número de españoles detenidos en cárceles extranjeras asciende progresivamente año tras año y, en estos momentos, alcanza la cifra de 1.968, rozando casi el umbral de los 2.000, de los cuales el 80 por ciento se encuentra preso por delitos relacionados con el consumo o el tráfico de drogas.

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(EFE)

La delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, durante la presentación de la campaña 2009 sobre los riesgos de consumir o traficar con estas sustancias en los viajes al extranjero.

Estos datos han sido facilitados hoy en una rueda de prensa en la que han intervenido el presidente de la Fundación Ramón Rubial-Españoles en el Mundo, Eduardo Gómez-Basterra, la directora general de Cooperación Jurídica Internacional del Ministerio de Justicia, Aurora Mejía, el subdirector general de Protección de los Españoles en el Extranjero, Javier Herrera, y la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya.

La cita ha sido convocada para presentar la campaña 2009 del Ministerio de Sanidad y Consumo y de la Fundación Rubial-Españoles en el Mundo, con la que se alerta de las consecuencias negativas de acercarse a las drogas en los viajes al extranjero, y que se ha hecho coincidir con las vacaciones de Semana Santa en las que muchas personas salen fuera de viaje.

"¿En serio crees que acercarse a las drogas en el extranjero puede ser algo divertido?", reza el lema de esta campaña, que incluye una serie de carteles que se distribuirán en estaciones de tren y puntos fronterizos, y en la que aparece un chico vestido con ropa occidental, aunque con un ojo morado, y con su cuello expuesto al filo de una navaja con la que le amenaza otro preso, ante las risas del resto de presidiarios tumbados en sus literas en una celda cuyas condiciones de vida parecen pésimas, con ratas y comida en el suelo.

"No hay países tolerantes con los consumos de drogas, ni existen paraísos, salvo en la imaginación de algunas personas", ha afirmado Moya, quien ha coincido con el presidente la Fundación Rubial-Españoles en el Mundo en calificar de "tontas" a todas aquellas personas que trafican o consumen drogas en el extranjero pensando ingenuamente que sus actuaciones quedarán impunes o que el resto de países es más permisivo que España.

Según los últimos datos, la cifra de españoles detenidos en cárceles extranjeras por delitos relacionados con la droga es de 1.572, y en su inmensa mayoría se trata de hombres (en torno al 85 por ciento).

Los países con mayor número de españoles detenidos por drogas son Marruecos (230), Perú (184), Brasil (126), Argentina (112), Francia (121) y Portugal (106). En concreto, en Marruecos, estos delitos por parte de españoles se han triplicado en la última década, pasando de 76 en 1999 a 230 en la actualidad.

Las comunidades autónomas con mayor número de personas encarceladas en otros países por delitos de drogas son Andalucía (319), Cataluña (289) y Madrid (250), aunque en 273 de los casos se desconoce la procedencia de los detenidos.

Los datos también revelan que en Europa está detenido el 25 por ciento (442) del total de ciudadanos españoles condenados o pendientes de juicio por delitos relacionados con las drogas.

"Hay que desterrar la idea de que en los países de nuestro entorno existe una gran permisividad hacia el consumo de drogas. Es un mito extendido, pero falso", según los participantes en la rueda de prensa.

Así, el 84 por ciento de los españoles encarcelados en Italia lo está por delitos relacionados con drogas; en Portugal, el porcentaje es del 79 por ciento; en Holanda y Reino Unido las cifras se sitúan en el 78 por ciento, mientras que en Francia el dato es del 58 por ciento.

Según Moya, "en la mayor parte del mundo, el consumo de drogas está penalizado con cárcel" y en algunos incluso el castigo puede ser la pena capital o cadena perpetua, unos supuestos que afortunadamente no afectan a ninguno de los detenidos españoles actualmente en cárceles extranjeras por delitos de drogas.

Los procesos de traslado desde el extranjero a cárceles españolas suelen ser lentos y difíciles de tramitar, y en algunos casos incluso imposibles, cuando no existen convenios para ello.