Pánico en los campamentos de Los Abruzos tras un nuevo seísmo

La tierra ha vuelto a temblar esta tarde en Italia. A las 19.42 hora local, un nuevo seísmo de 5,3 grados de magnitud en la escala de Richter ha sacudido la ciudad de L'Aquila con intensidad y ha llegado a sentirse en Roma. Previamente, dos réplicas menores al desastre de ayer, pero de intensidad considerable, 3,6 y 4,7 grados, volvieron a sembrar hoy el pánico entre los vecinos de L'Aquila, la capital de Los Abruzos, que siguen esperando a la intemperie que el suelo deje de moverse para volver a lo que queda de sus casas para tratar de recuperar sus cosas.

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Las víctimas del terremoto de Paganica April esperan su turno para recibir la comida en uno de los campos.

Las autoridades aseguran que esta vez no se han producido víctimas. Sin embargo, el número de fallecidos en el terremoto de ayer han ido incrementándose a lo largo del día. En total, se han contabilizado 235. Los cuerpos han sido alineados en la escuela de suboficiales de la Guardia de Finanzas, donde se ha preparado el depósito de cadáveres de la tragedia.

Mientras, en un campamento cercano, donde son atendidas miles de personas que no pueden regresar a sus hogares, han recibido la visita del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, al que le han llovido las críticas en las últimas 24 horas por rechazar la ayuda internacional. Desde allí, ha invitado a los damnificados a que pasen unos días en la playa, según el diario italiano Il Corriere de la Sera. "Id hacia la costa, es Pascua, tomaros unos días que pagamos nosotros", ha sido la célebre frase recogida por el rotativo, con la que el mandatario sugería a las víctimas del terremoto que se acercaran a la costa, donde numerosos hoteles se han mostrado dispuestos a acoger a los desalojados.

Max Rossi (REUTERS)

Vista aérea del campo de La Aquila.

Mientras los niños gritaban a su paso "¡Viva el Milán!", el equipo de fútbol que pertenece a la familia de Berlusconi, Il Cavaliere estrechó la mano de los numerosos damnificados que han perdido su casa y aguardan a que el Estado solucione su situación. "Tranquilizaros, nosotros nos encargamos del inventario de las casas dañadas y vosotros vais a reposar a la costa. El Estado está cerca de vosotros", insistió.

La asociación de hoteles de Abruzzo, la región donde se encuentra la zona del terremoto, aseguró que un centenar de estructuras ya han puesto unas 6.500 camas a disposición de los afectados. Algunos de ellos, de hecho, ya han empezado a llegar a los hoteles. Sin embargo, los medios de comunicación italianos advierten la picaresca, que ya se ha puesto en marcha, ya que algunas personas ajenas al terremoto que habrían intentado hacerse pasar por damnificadas para disfrutar gratis de los hoteles.

Precisamente en medio de una de estas visitas a los campamentos de desalojados, Berlusconi recibió una llamada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. El italiano ha pedido a Obama que se haga cargo de la reconstrucción de la iglesia de L'Aquila, derruida por completo después de la última sacudida, y de los bienes culturales dañados durante el terremoto durante una lo que el primer ministro italiano ha calificado como una "larga conversación telefónica". La Casa Blanca ha confirmado que esa conversación se ha producido, pero no ha precisado cuál será la respuesta de Washington después del aséptico "hablaremos" con el que ha respondido el norteamericano.