Más de 300 cabeceras históricas de Castilla y León están disponibles en Internet

Valladolid.-  Más de trescientas cabeceras de prensa histórica de Castilla y León de los siglos XVIII, XIX y XX están disponibles en Internet merced a una iniciativa del Ministerio de Cultura que pretende poner en relieve el valor de estos documentos, facilitar su consulta y garantizar su preservación.

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(EFE)

Una de las más de trescientas cabeceras de prensa histórica de Castilla y León de los siglos XVIII, XIX y XX que están disponibles en Internet merced a una iniciativa del Ministerio de Cultura que pretende poner en relieve el valor de estos documentos, facilitar su consulta y garantizar su preservación.

Esta biblioteca virtual de prensa histórica aglutina 311 cabeceras de veinte municipios de la Comunidad, y es Salamanca con 137 publicaciones la que cuenta con un mayor número, gracias en parte a las publicaciones nacidas en municipios potentes industrialmente en épocas pasadas, como Béjar.

La más antigua de las hasta ahora digitalizadas en toda España radica precisamente en Salamanca. Fechada en 1777, se presenta con el nombre "La pensatriz salmantina" y está firmada por Escolástica Hurtado.

El director general del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, Rogelio Blanco, concreta que ésta, como otras publicaciones de la época, tiene una clara vocación feminista, algo que se explica en las páginas del único número incluido en esta biblioteca virtual.

"Los señores hombres han de ser solos los que manden, los que riñan, los que gobiernen, los que corrijan y los que estampen; y a las pobrecitas mujeres, engañadas con el falso oropel de hermosas y damas, sólo se las ha de permitir (...) que paseen plaza de señoras de teatro", escribe la autora en forma de carta dirigida a "doña Manuela del Castillo, Condesa de Francos".

A la hora de seleccionar las cabeceras presentes en esta primera remesa de títulos, Blanco afirma que han tenido en cuenta el "mal" estado de conservación de muchas de ellas debido a factores como la baja calidad del papel, "lo que había creado la necesidad de paliar el deterioro digitalizándolas".

En este sentido, destaca las condiciones de la prensa clandestina del periodo de la dictadura de Franco, "con publicaciones muchas veces escritas a mano, en todo tipo de formatos y en ocasiones con remates hechos incluso con la ceniza de un cigarro".

"Muro", remitida en 1963 desde la cárcel de Burgos, escrita e ilustrada por los "intelectuales cautivos" políticos y destinada a dar a conocer su situación entre el público sudamericano, es un ejemplo de la prensa de esta naturaleza.

Blanco resalta la importancia antropológica de estas publicaciones "que sirven para investigar hoy, muchos años después, los usos y costumbres de determinados pueblos de España que utilizaban como vocera estos periódicos".

Entre las 311 cabeceras castellanoleonesas que soporta la biblioteca virtual encontramos varios ejemplos en esta línea, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando se solidifica el concepto de noticia.

Es el caso de "El avanzado: semanario de intereses morales y materiales", fechado en el municipio salmantino de Vitigudino en 1889, que recoge información sobre el funcionamiento del Ayuntamiento de la localidad, fallecimientos, precios en el mercado o hechos destacados protagonizados por sus lugareños.

Muchos de estos periódicos servían como órgano de expresión de partidos y corrientes políticas, incide Blanco. Entre los presentes, se encuentran defensores del republicanismo democrático federal, del liberalismo dinástico, la monarquía católica, el tradicionalismo o la falange.

En el lado contrario al alineamiento ideológico se sitúa la prensa satírica con títulos como "El Bisturí", de Salamanca, o "El Incensario", también salmantino y definido como un "periódico dominguero, inocentón y optimista que pretende ser bromista sin perjuicio de tercero".

Otros, como "La Cotorra: periódico de altos vuelos", de 1921, hacen con humor una crítica con cierto aroma costumbrista de algunos de los hechos clave acontecidos en la época.

"Debido a la epidemia gripal, a la carestía de subsistencias o a la actual guerra de Marruecos, el número de señoritas españolas que se quedarán para vestir imágenes será infinito", ironiza en sus páginas.

Las agrupaciones profesionales también están presentes en este archivo, con publicaciones de colectividades como los médicos y farmacéuticos, los practicantes o los agentes ferroviarios.

Blanco confía en que esta iniciativa cubra en un futuro en España el vacío de utilizar la prensa como una fuente primaria para el estudio de las costumbres y la investigación, algo que en otros países está muy avanzado.

El primer paso de este proyecto lo han dado con la inclusión en el portal de Internet "www.prensahistorica.mcu.es" de casi 2.000 cabeceras que en sus páginas reúnen una parte de la historia contemporánea española.