Los alaveses celebran a su patrón, mirando de reojo al cielo y a la crisis

Vitoria.-  Los alaveses comienzan esta tarde la celebración de los actos organizados con motivo de la festividad de sus patronos San Prudencio y la Virgen de Estíbaliz, mirando de reojo el cielo, por las malas previsiones meteorológicas, y a la crisis.

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(EFE)

Una cocinera prepara en un restaurante de Vitoria un ración de caracoles en la víspera de San Prudencio, patrón de Álava, cuya festividad se celebra sin que falten en los menús este molusco de tierra y los 'perretxikos', preciada seta de primavera.

A que la climatología adversa, en muchos casos lluvia abundante, acompañe a estas fechas ya están acostumbrados los habitantes de este Territorio que por ello llaman a su patrón el "santo meón".

Este año, aunque durante las horas diurnas no está lloviendo en Vitoria, las previsiones sí anuncian lluvia, por lo que, un año más, la retreta de San Prudencio podría quedar un tanto "aguada".

Lo de la crisis, todos esperan que sea cosa únicamente de este año y no se convierta en casi una tradición, como la lluvia. La Diputación Foral de Álava ha decidido ahorrarse unos buenos euros suprimiendo el aperitivo que ofrece a sus invitados en la Retreta y la recepción que suele ofrecer el día de San Prudencio, el 28 de abril.

Algunos comerciantes también han notado los efectos de la crisis, porque la compra de los tradicionales "perretxikos", aunque en los últimos días han bajado de precio hasta los treinta euros el kilo, está siendo menor que otros años.

Las celebraciones comenzarán esta tarde-noche, a las ocho, en la Plaza de España. Durante una hora los integrantes de la Academia Municipal del Folclore interpretarán las notas de la Retreta, música que se trasladará a la Plaza de la Provincia, hasta las diez de la noche.

Después de los toques a fiesta de los trompeteros y atabaleros de la Diputación y el Ayuntamiento, el programa de fiestas recoge la Tamborrada de San Prudencio, con la concentración de las sociedades gastronómicas a las once y media de la noche, para desfilar hasta las 2,30.

Ya mañana, con la supresión de la recepción oficial, el acto central del programa será la misa en la iglesia de Armentia, tras la cual, el diputado general de Álava, Xabier Agirre, bailará el aurresku de honor al patrón por segundo año consecutivo.

Como seguro que mañana se mantiene la crisis económica, lo único que cabe esperar es que, al menos, no llueva en el día grande de la fiesta, aunque las previsiones no son nada halagüeñas.