Zapatero asegura que se va "dejar la piel" por los trabajadores

Estrasburgo.-  El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que se siente "muy cerca" de los trabajadores que se manifestarán en las calles el próximo 1 de mayo y garantizó que se va a "dejar la piel" para que, tras esta crisis, ganen "los más débiles" y pierdan los "poderosos".

Ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, denunció además "el gran cinismo" de quienes públicamente abogan por reducir el gasto social y flexibilizar las condiciones laborales y después acuden al Gobierno a pedir ayuda para su empresa, su sector o su entidad financiera, situación que, dijo, ha vivido como presidente.

Zapatero, invitado a Estrasburgo por la Asamblea del Consejo, pronunció un discurso centrado en los derechos humanos, pero no olvidó la recesión económica que atraviesa España y buena parte de Europa.

Una de las preguntas que le formularon los parlamentarios también le instó a dar su opinión sobre la necesidad de "decir adiós al neoliberalismo" y Zapatero aprovechó la ocasión para insistir en que no aceptará "ningún discurso que pretenda reducir los derechos de los trabajadores",

"Tenemos que entrar en una etapa en la que quienes vean los dificultades sean aquellos que han abusado de los trabajadores, de los ahorradores, de los consumidores; y que siguen vivos, están activos", manifestó.

A su juicio, de esta crisis se deben aprender dos lecciones: que un mercado no supervisado tiende a acabar "en la codicia, en la avaricia, en la trampa y en el engaño" y que se debe salir de las dificultades fortaleciendo la protección social.

Arremetió en este contexto contra los sectores que tienen "muchos think tanks y fuerza para crear opinión" y que apuestan por reducir el gasto público

Según denunció, los mismos que sufragan a los que escriben esas tesis o las defienden en público son los que después acuden al Gobierno a pedir apoyo para sus empresas.

"Tengo que decirlo con contundencia, quiero que se sepa" para mejorar "la salud de la democracia", afirmó Zapatero.

Para el presidente del Gobierno español, toda crisis es la antesala de un cambio y "si acertamos desde las instituciones y desde los gobiernos" se demostrará que se puede mantener el modelo social europeo de cohesión y solidaridad.

En su discurso, se centró en el papel del Consejo de Europa en la defensa de los derechos humanos y en las iniciativas adoptadas por su Gobierno en ese área, desde el Plan de Derechos Humanos, hasta la Ley contra la Violencia de Género o el aumento el último año de la ayuda al desarrollo en un 20 por ciento.

No olvidó tampoco la obligación de luchar internacionalmente contra el terrorismo y "la atención que sus víctimas merecen".

Entre sus objetivos, reiteró su apuesta por crear una comisión internacional en favor de la abolición universal de la pena de muerte con un reto concreto: la aplicación de una moratoria a partir de 2015 en la aplicación de las ejecuciones y el fin de éstas para los menores de edad y los discapacitados mentales.

Quiere que durante la Presidencia española de la Unión Europea (UE), en el primer semestre de 2010, se consiga el apoyo a una tercera resolución sobre la pena de muerte para presentarla en la Asamblea General de la ONU en otoño de ese mismo año.

Los parlamentarios le formularon preguntas relacionadas con asuntos tan dispares como la situación de Ceuta, Melilla y Gibraltar o la igualdad entre hombres y mujeres.

Respecto a la primera cuestión, quiso dejar claro que no son situaciones comparables ni desde el punto de vista histórico, ni jurídico ni político; aseguró que Ceuta y Melilla son territorios "absolutamente de soberanía española" y señaló que la posición de España respecto al Peñón es "de reivindicación".

Se explayó más al hablar sobre la igualdad de género y, tras recordar que en su Gobierno hay más hombres que mujeres, aseguró que éstas "habitualmente en la tarea política dan mucho mejor resultado".