En el ojo del huracán

Comentaba en el post de ayer la posibilidad de que, ante la difícil situación que atraviesa el periodismo en España, Malén Aznárez, ex defensora del lector de El País y vicepresidenta de Reporteros sin Fronteras, revisara un texto sobre la libertad de expresión que escribió en ese diario hace sólo unos meses. La respuesta no se ha hecho esperar: en las páginas de opinión de El País de hoy sábado escribe no ya la vicepresidenta de Reporteros sin Fronteras, sino la mismísima presidenta, María Dolores Masana.

DRB62 (Flickr)

En este nuevo texto, crítico y apasionado, la presidenta dice verdades como puños: "Crear un periodismo sin profesionalidad, sin seguridad, sin independencia es deformarlo, desacreditarlo. Conducirlo prácticamente a su anulación. Es una situación alarmante para la salud ciudadana que exige tomarse muy en serio sus causas y los medios apropiados para remediarlas".

Continúa Masala su calurosa apología de la libertad de expresión: "Defender el libre ejercicio de la profesión periodística hoy, en un mundo en el que es objeto de toda suerte de presiones, interferencias, amenazas, impedimentos y cortapisas, es harto difícil. Porque vivimos tiempos oscuros. De sombras. De confusión. Un tiempo y un mundo donde prolifera más la voluntad de desvirtuar los hechos, de transformarlos en medios al servicio de intereses determinados y, por ello, desactivar la razón crítica, torcer los caminos que conducen a la verdad y ahogar la palabra verdad en beneficio de la mendicidad y la acción sin escrúpulos".

Puesto en pie, aplaudo hasta que me duelen las manos. Un artículo impecable el de la presidenta de Reporteros sin Fronteras, que sólo podía haberse mejorado de una manera: incluyendo un buen ejemplo, a ser posible reciente, de toda esa "suerte de presiones, interferencias, amenazas, impedimentos y cortapisas" que sufre el periodismo actual. Una pena, porque la señora Masana lo tenía a huevo: en esas mismas páginas, en ese mismo periódico, sólo 48 horas antes, se amordazó a un periodista. Se llama Enric González, y su pecado fue escribir este párrafo: "No quiero ponerme en lo peor, pero cualquier día, en cualquier empresa, van a rebajar el sueldo a los obreros para financiar la ludopatía bursátil de los dueños".

Tiene mucha razón la presidenta de Reporteros sin Fronteras: la prensa, en el ojo del huracán. Por cierto, ¿nos sorprenderá mañana la defensora del lector de El País?

Para saber más:

• Periodismo Cinco Jotas