Garabito amplía su investigación sobre el Tren Burra a los 40 años de su cierre

Valladolid.-  El poeta y ensayista Godofredo Garabito Gregorio ha ampliado con nuevos datos, cifras estadísticas e ilustraciones uno de sus libros más conocidos, "El ferrocarril de Valladolid a Medina de Rioseco", más conocido como Tren Burra, que acaba de reeditar cuando se cumplen 40 años de su desaparición.

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(EFE)

El poeta y ensayista Godofedro Garabito. EFE/Archivo

Cuatros décadas han transcurrido desde que ese medio de locomoción, que vertebró el noroeste de la provincia de Valladolid entre 1884 y 1969, dejó de funcionar y prestó su último servicio, pese a lo cual aún perdura en la memoria colectiva de los vallisoletanos.

Sus orígenes se remontan a 1844 y fueron necesarios otros cuarenta años más para la entrada en servicio de ese popular trenecito a vapor que durante casi un siglo transportó mercancías y viajeros desde Valladolid hasta Medina de Rioseco, con estaciones en pueblos como Zaratán, Villanubla y La Mudarra.

Todo ello lo relata Godofredo Garabito Gregorio en esta nueva edición corregida y aumentada, la cuarta desde la inicial en 1988 a cargo de la Cámara de Comercio e Industria de Valladolid, y que esta mañana se ha presentado dentro de la 42 Feria del Libro que se celebra en esta capital hasta el próximo domingo.

Ese ferrocarril económico, de vía estrecha, disponía de dos estaciones en la capital vallisoletana: una en la Plaza de San Bartolomé, así denominada y situada junto al Puente Mayor en el actual barrio de la Victoria, y la otra junto a la actual estación de autobuses, denominada "Campo de Béjar".

Ese medio de transporte, de vía estrecha, oficiaba como un tranvía en su recorrido urbano y como un tren en su desplazamiento por la provincia, cuando entraba a campo abierto rumbo a las poblaciones de la comarca natural de Montes Torozos y la geográfica y económica de Tierra de Campos.

La presente edición incluye un apartado dedicado a la conmoción que provocó la supresión del tren, debidamente reflejada en la prensa y que motivó la convocatoria de una manifestación contraria convocada por una plataforma en defensa del ferrocarril,

Varias viñetas incorporadas a este nueva revisión, firmadas entre otros por Cuadrado Lomas, Domingo Criado y Cantero, reflejan también la popularidad del pequeño convoy a vapor que surcaba el noroeste de la provincia y que desde su desaparición ha dejado un hueco, aún sin cubrir, en las comunicaciones con esa zona.

El último billete expendido costó 23 pesetas, estaba numerado con el 00737 y su trayecto era el comprendido entre Palazuelos de Vedija y la estación de San Bartolomé.

La última máquina de vapor que arrastró al Tren Burra se expuso en una zona de recreo y parque infantil en el Parque de Las Moreras de la capital vallisoletana, pero dificultades en su conservación aconsejaron su traslado a la Plaza de San Bartolomé.