El asma afecta del 8 al 12% de niños y adolescentes, más entre los zaragozanos

Zaragoza.-  El asma afecta a entre el 5 y el 8 por ciento de la población adulta aragonesa y del 8 al 12 por ciento de niños y adolescentes, un porcentaje que asciende al 15,8 por ciento en el caso de los pequeños zaragozanos, según un estudio realizado por el Hospital Clínico de Zaragoza.

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(EFE)

El asma afecta a entre el 5 y el 8 por ciento de la población adulta aragonesa y del 8 al 12 por ciento de niños y adolescentes, un porcentaje que asciende al 15,8 por ciento en el caso de los pequeños zaragozanos, según un estudio realizado por el Hospital Clínico de Zaragoza. EFE/Archivo

Estos datos han sido aportados hoy con motivo del XI Día Mundial del Asma, que se celebra con el lema "No a la crisis. Respira" y en el que se pretende recordar a los médicos y pacientes la necesidad de un buen control de la enfermedad, ha señalado en rueda de prensa el presidente de la Sociedad Aragonesa del Aparato Respiratorio (SADAR-PNEUMARAGON), Joaquín Costan.

Esta sociedad convoca en Aragón, junto con la Fundación Respira y el Área de Asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácida (SEPAR), el Día Mundial, una fecha para animar a los médicos a revisar su tratamiento con el nuevo documento de consenso GEMA 2009, una guía que incluye las últimas novedades diagnósticas y terapéuticas.

Es una enfermedad respiratoria crónica común, que se caracteriza por la inflamación de las vías aéreas, lo que produce un engrosamiento de la pared de los bronquios, y sus síntomas con el ahogo, los pitos, la opresión torácica, la tos y la secreción bronquial o expectoración crónica.

El asma es "imprevisible", ha señalado Costan, y sus síntomas, aunque pueden parecer leves o inexistentes, no sólo persisten sino que además pueden intensificarse con el tiempo hasta hacerse graves, por lo que resulta fundamental seguir los tratamientos, ha dicho.

Existen tratamientos seguros y efectivos que permitirían que el 95 por ciento de los asmáticos pudieran llevar una vida normal, pero estos pacientes consideran normal tener molestias respiratorias frecuentes y el 60 por ciento no toma su medicación regularmente, ha informado.

Aunque en Aragón no hay estudios epidemiológicos sobre esta patología, que afecta a la calidad de vida de más de tres millones de españoles y a entre el 5 y el 8 por ciento de la población adulta y entre el 8 y el 12 por ciento de los niños y adolescentes, el Hospital Clínico de Zaragoza ha efectuado en 2007 un estudio entre menores de diferentes colegios de la capital aragonesa.

Este estudio epidemiológico, según ha avanzado hoy el neumólogo Antonio Sebastián, del Clínico, ha sido realizado entre 468 niños, de 10 a 12 años, y ha revelado una prevalencia del 15,8 por ciento.

Mientras que otra investigación efectuada en 2002 con 639 niños, también de similares edades y de diferentes colegios de Zaragoza revelaba una prevalencia del 11,5 por ciento, ha señalado Sebastián.

En este aumento de la prevalencia del asma entre los pequeños zaragozanos, de los que la mayoría no seguían el tratamiento, se ha podido ver bastante asociación con factores como el tabaquismo de la madre, hospitalizaciones previas por asma, rinitis, y tener antecedentes familiares de alergia.

También se asocia a estudiar en colegios privados y concertados, no así en los públicos, debido a que los niños más protegidos, como señala la conocida teoría higienista, tienen mayores riesgos de padecer alergias y asma.

Sin embargo, el mayor factor de riesgo en este aumento del asma entre los menores es haber dado positivo en las pruebas a hongos, pólenes y diferentes alérgenos.

Según Sebastián, la prevalencia en Zaragoza del asma entre niños es superior al resto de ciudades del interior y, en contra de lo que se pensaba, similar a La Coruña y Oviedo.

Para el neumólogo Enrique Chacon, del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, el tabaquismo es la principal causa de que los niños asmáticos, que dejan de serlo cuando se hacen adultos, vuelvan a padecer la enfermedad.

Por ello, ha recomendado aislar del tabaquismo, activo y pasivo, a los niños asmáticos, tanto en la familia como entre los amigos, para que no vuelvan a recaer en una enfermedad que no se cura nunca, aunque puede estar bien controlada.