Con la crisis 55 millones de personas más vivirán por debajo del umbral de pobreza

Las Palmas de Gran Canaria.-  La crisis económica supondrá que 55 millones de personas más vivirán por debajo del umbral de la pobreza en el África subsahariana, que se fija en poco más de un dólar al día, según se ha expuesto en un seminario sobre paz y seguridad celebrado en Casa África.

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El vicepresidente de la Fundación Alternativas, Nicolás Sartoriurs, organizador del seminario junto a Casa África y la Fundación Friedrich Ebert Stiftung, advirtió de las consecuencias devastadoras de la crisis en el continente africano, donde ya ha generado unas pérdidas de 50.000 millones de dólares.

Sartorius enfatizó que en España la crisis es dura porque los trabajadores sufren el desempleo, pero en África es "durísima porque hace que no comas y que te mueras".

Destacó también que el desarrollo logrado en los últimos años se ha paralizado y retrocedido, pues el crecimiento per cápita en el continente africano es cero y ello supone una "catástrofe tremenda" porque la población aumenta.

En el seminario también se apuntaron las fuertes depreciaciones que han sufrido las monedas africanas y la caída de los valores de las empresas africanas en bolsa, así como que las reserva de los países africanos "se han volatilizado", según explicaron sus organizadores.

Sartorius advirtió de que los efectos de la crisis "son muy perversos" sobre las corrientes migratorias, que crecerán no sólo hacia los países europeos, sino en el interior de África.

Subrayó que la Unión Europea y España no pueden permanecer "impasibles" y deben reaccionar porque también sufrirán consecuencias negativas, y advirtió de que la situación de inseguridad o de crisis alimentaria repercutirán en Europa, "porque en la globalización todo afecta".

Por otra parte, en el seminario también se puso de manifiesto la imposibilidad de cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU y los representantes de los organismos africanos que han participado lamentaron la falta de cumplimiento, pues de los 117.000 millones de dólares que se iban a invertir sólo han recibido 25.000.

Sartorius expresó su escepticismo sobre la efectividad de las cumbres internacionales, porque "se hacen muchas y se sacan muchas fotos, pero el dinero no llega", como es el caso de la reunión de Escocia en 2005.

Además, se mostró pesimista sobre los objetivos marcados en la cumbre de Londres del G-20, en cuanto a la regulación del sistema financiero y la determinación de acabar con los paraísos fiscales, y criticó el hecho de que se destinaran 750.000 millones al Fondo Monetario Internacional y sólo 6.000 millones para África.

Así mismo, dijo ser partidario de que los países emergentes tenga una mayor representación en los organismos internacionales:"La globalización tiene que estar gobernada de otra manera y ésta es la gran meta de próximos años", por lo que propugnó que son muchas las reformas que se llevan de llevar a cabo.

El seminario, que ha contado con la participación de representantes de la Unión Africana, el Banco Africano de Desarrollo, la Comisión Económica para África de Naciones Unidas, entre otros, también ha analizado las propuestas de cómo mejorar la cooperación y la gobernabilidad en los estados africanos.