Japón ve el fin de la "caída libre" en su peor recesión en 50 años

Tokio.-  El Banco de Japón (BOJ) mejoró hoy la evaluación de la economía nipona por primera vez en casi tres años al detectar señales de mejora después de que en el primer trimestre del año el PIB se hundiera al ritmo más rápido de posguerra.

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(EFE)

Un empresario japonés camina hoy por un complejo de exposiciones y conferencias en el centro de Tokio (Japón). El Banco de Japón decidió mantener su tasa en el 0.1 por ciento y anunció que la economía del país podría haber pasado su peor período en la recesión durante el primer cuarto del año y que de paso mejoró su panorama económico por primera vez desde julio de 2006.

El gobernador del BOJ, Masaaki Shirakawa, dijo en rueda de prensa que el fin de "la caída libre" ha llegado y que el PIB, que en el primer trimestre cayó un 15,2 frente al mismo período del año anterior en términos reales, "mejorará en el período abril-junio".

Desde julio de 2006, el BOJ no publicaba un informe con expectativas económicas positivas, pero tras la reunión de dos días que finalizó hoy, su junta de gobernadores cree que Japón ha pasado lo peor tras registrar cuatro caídas consecutivas del Producto Interior Bruto.

El BOJ aseguró que la segunda economía del mundo muestra señales de mejora, como en la producción industrial y las exportaciones, y en base a ello espera que el crecimiento sostenido comience en el año fiscal 2010, que arrancará en abril de ese año.

Asimismo, el banco central subrayó en su comunicado que la caída de los precios se moderará gracias a las medidas monetarias y fiscales a finales del actual ejercicio, al tiempo que dejó inalterados los tipos de interés, en el 0,1 por ciento.

El pasado marzo la producción industrial, indicador de las expectativas de negocios de los fabricantes nipones, mejoró por primera vez en medio año al aumentar un 1,6 por ciento respecto al mes anterior.

El alza se cimentó en gran parte en la recuperación del apetito por los productos japoneses de Estados Unidos y Europa, principales clientes de las multinacionales niponas, agentes esenciales de una economía especialmente orientadas a la exportación.

Las exportaciones, que acumulan caídas que rondan el 45 por ciento interanual desde finales de 2008, aumentaron en marzo un 2,2 por ciento frente a febrero, finalizando cuatro meses consecutivos de mermas.

El banco central japonés afirmó que "el ritmo de deterioro de las condiciones económicas se moderará de forma gradual", opinión compartida por el Ministro de Economía, Kauro Yosano, que tras la publicación de los datos de crecimiento afirmó también que lo peor ha pasado.

No obstante, la institución monetaria recordó que las condiciones financieras continúan siendo difíciles y que espera que la demanda interna siga disminuyendo, mientras que la inversión se recuperará poco a poco.

Precisamente, el menor consumo de los hogares japoneses recortó un 2,6 por ciento del los cuatro puntos que cayó el PIB en el primer trimestre del año respecto al período octubre-diciembre.

En su informe, el BOJ adelantó que Japón retomará la senda del crecimiento sostenido en el largo plazo, aunque mantiene ciertas reservas por la incertidumbre sobre la evolución de la economía global.

El mes pasado el BOJ destacó que la segunda economía mundial se estaba deteriorando "significativamente" y ahora, a pesar del nuevo cambio de discurso, cree que aun quedan flecos que lastrarán el país, como el menguante consumo y la deflación.

No obstante, algunos expertos aseguran que la crisis global comenzará por rectificarse en Asia, donde las economías orientadas a la exportación están comenzando a notar la mejora en la demanda externa y el efecto de unos planes de estímulo que en China y Japón han llegado al equivalente del 5 por ciento de su PIB.

En la reunión, la junta de gobernadores decidió por unanimidad mantener los tipos en el 0,1 por ciento, después de situarlos en ese nivel el pasado diciembre, y amplió las medidas para inyectar liquidez a los mercados financieros.

Desde entonces el BOJ ha recurrido a medidas excepcionales para facilitar a la banca el acceso a la liquidez, como comprar deuda pública y emitida por las empresas, y hoy anunció que aumentará el rango de acciones no convencionales a bonos de EEUU, Alemania, Francia y Reino Unido.