Las pruebas de ADN constatan que los restos de Francisco Salzillo estaban en Murcia

Murcia.-  Científicos de la Universidad Complutense de Madrid han constatado, a través de pruebas de ADN, que corresponden al escultor Francisco Salzillo los restos que se custodiaban en el convento de las Madres Capuchinas de Murcia desde su muerte, en 1783.

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(EFE)

El alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara (2i), y la concejala de Cultura, Fátima Barnuevo (i), durante la presentación hoy de los restos identificados del escultor e imaginero murciano Francisco Salzillo, en el convento de clausura de las Capuchinas de Murcia.

El alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, presentó hoy los restos y el resultado del trabajo realizado en los dos últimos años por nueve científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, y dijo que "se trata de un hecho histórico y muy importante para la ciudad por lo que Salzillo representa".

Los trabajos se iniciaron en la Escuela de Medicina Legal de la UCM, bajo la dirección del profesor José Antonio Sánchez en octubre de 2007, y con la colaboración del Laboratorio de Antropología Forense y del Laboratorio de Genética Forense y Genética de Poblaciones de la misma facultad.

Durante la primera fase se exhumaron todos los restos del osario existente en el Convento de las Madres Capuchinas de Murcia, se procedió a su identificación de forma preliminar y se estableció que había huesos de unas 30 personas, entre ellas ocho varones.

Después, el entonces obispo de Cartagena, Juan Antonio Reig Pla, autorizó el traslado de los restos al Laboratorio de Antropología Forense de la Escuela de Medicina Legal de la UCM y se procedió a su limpieza y preparación para su estudio, además tratar de individualizarlos.

Los científicos realizaron también un riguroso estudio sobre el periplo que los restos del escultor murciano habían sufrido en los últimos 200 años, desde su enterramiento en el convento de las Capuchinas hasta su nuevo traslado.

Así se comprobó que durante el expolio que sufrió el inmueble en la Guerra Civil, los huesos de la cripta del monasterio fueron preservados y escondidos en el cementerio de Jesús de Murcia durante cuatro décadas en el panteón de la familia Hilla Tuero.

La siguiente fase de la investigación consistió en el envío de 25 muestras de los ocho individuos al Laboratorio de Genética de Poblaciones del Departamento de Toxicología y Legislación Sanitaria para el estudio del ADN y establecer el grado de parentesco.

Posteriormente, se determinó que tres de los ocho individuos tenían en el momento de su muerte entre 30 y 40 años, y que entre ellos, según los científicos, podría encontrarse José Salzillo, hermano del escultor que murió a los 34 años y que también fue enterrado en el Convento de las Capuchinas.

Los investigadores centraron sus estudios sobre aquellos restos que correspondían a varones fallecidos aproximadamente a los 75 años, edad a la que murió el escultor.

En este grupo se encontraba también su hermano Patricio Salzillo (1722-1800), que fue capellán del convento y cuando murió recibió sepultura allí según consta en su partida de defunción.

Asimismo, el estudio señala que "resultó materialmente imposible poder separar los restos de Francisco Salzillo de los de su hermano, aunque sí se puede establecer por características antropométricas que se corresponden a dos individuos diferentes".

Una de las pruebas decisivas para clarificar si podía tratarse de Salzillo y de su hermano fue establecer la data de la muerte de ambos, y los resultados confirmaron que ambos restos tienen una antigüedad aproximada de 200 años, cifra que coincide con la fecha en la que fallecieron los hermanos.

De esta forma, excluyendo los restos de personas de menor edad, utilizando las pruebas de ADN para determinar la línea materna y teniendo en cuenta la edad de la muerte, ha sido posible identificar los restos de Salzillo, que a partir de ahora, seguirán depositados junto a los de su hermano en el Convento de la Capuchinas de Murcia.

Según el alcalde, la Escuela de Medicina Legal atesora una rica experiencia en la exhumación y estudio antropológico de restos de personajes históricos como Francisco de Quevedo, Marqués de Santillana, Juan de Mena o Santo Domingo de Silos.