El diario pornográfico de una mujer normal

Lynn y Ben son una pareja normal. Ben es fotógrafo. Lynn ama de casa. Están casados y tienen tres hijos. Como curiosidad, decidieron fotografiar sus relaciones sexuales. Algo normal, teniendo en cuenta la profesión del marido. Pero un día, obviando cualquier tipo de pudor, se animaron a exponer dichas fotografías. Éstas tuvieron un gran éxito y pasaron a publicarse en forma de libro bajo el sugerente título de 'The Erotic Diary of Lynn W'.

Y es que el detonante de todo esto fueron los diarios de Lynn, unas bitácoras manuscritas donde detallaba dichos encuentros sexuales y comentaba lo mucho que le gustaba poder verse en las fotos que realizaban. Algunas de estas páginas aparecen reproducidas en el libro. Y es que, como bien explica en el prólogo Jean- Cristophe Ammann, cuando un hombre está practicando sexo, siempre puede ver todo el desarrollo y las posturas, dando rienda suelta a su 'voyeurismo'. Pero no sucede lo mismo con la mujer, que solo puede sentir. Fotografiándolo, podrá después recrearse en esos instantes.

La protagonista del libro cuenta en otro de los prólogos a modo de pequeña biografía toda su vida en clave sexual, su niñez y su precoz desarrollo, su descubrimiento, de golpe, en forma de revistas, del porno y cómo esto le marcó, sus primeras relaciones sexuales, su relación con su marido, primero como novios, la evolución de este amor, la importancia que tiene el sexo, etc. También cuenta cómo tomaron la decisión de utilizar a más hombres en sus sesiones de fotos, con tono de disculpa ante el mundo. Se trata de un texto interesante.

Centrándonos ahora en el catálogo de fotos, lo primero que destaca es que en su mayoría son escenas de sexo explícito. Lynn deja claro que no le gusta que se cataloguen como porno. Muchas de las escenas son primeros planos de nuestra protagonista realizando felaciones y recibiendo 'cumshots' o realizando masturbaciones. Algunas son posturas más clásicas y otras más 'hardcore', sin olvidarnos de las que incluyen a más hombres.

Las fotos de ella sola tampoco desmerecen; las hay de carácter más sensual, con localizaciones en lagos y bosques y otras que incluyen planos clínicos de sus genitales y 'fist fuckings'. La calidad de las instantáneas es bastante alta y garantizará una tremenda erección en los lectores de este volumen que nos permite entrometernos en la vida de esta pareja que ha decidido enseñar al mundo sus intimidades, y además, se han esforzado por hacerlo bien.