Daniel Luque asegura que ha "disfrutado como nunca en una plaza de toros"

Madrid.-  El triunfador de la tarde, el joven Daniel Luque, que cortó una oreja al último toro de la Corrida de la Prensa celebrada hoy en Las Ventas, no podía ocultar su felicidad al término de una aclamada vuelta al ruedo, y con una sonrisa de oreja a oreja aseguró que "he disfrutado como nunca lo había hecho hasta ahora en una plaza de toros".

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(EFE)

El diestro Daniel Luque da un pase con la muleta a su segundo, durante la corrida de la Prensa, que se celebra, esta tarde, en la Monumental de Las Ventas, en Madrid. Comparte cartel con Uceda Leal y David Fandila "El Fandi", con toros de Parladé.

"Ha sido precioso como se ha volcado la plaza conmigo toda la tarde, es una sensación única, de mucha satisfacción, aunque puede decirse que no me voy del todo contento pues he podido cortar dos o tres orejas más si llega a funcionar mejor la espada", confesó el sevillano.

Lo más emotivo de su actuación fueron "los cuatro cambios de manos por detrás que he ligado a mi primero. Creo que es lo que más ha llegado y ha emocionado a la gente. Es verdad que los he entrenado mucho, pero luego hay que conseguir darlos en la plaza, y si encima es en Madrid, mucho mejor", apostilló Luque

El director de lidia, José Ignacio Uceda Leal, regresaba a la plaza donde cayó herido el pasado 5 de abril. Sus sensaciones al término del festejo eran de contradicción "por el juego de los toros y por el viento, que molestó mucho en el ruedo", dijo Uceda.

"Mi primer toro no ha servido nada y no cabía otra que abreviar, y el segundo ha sido muy soso. He intentado darle terreno para que se fuese confiando, cerca de las tablas, pero ni así.", señaló el de Usera.

Completó el cartel David Fandila "El Fandi", que tampoco pudo lucirse por las mismas circunstancias que el anterior espada, aunque "el viento fue lo de menos. Es verdad que molestó pero lo que realmente me ha hecho falta han sido dos toros que ayudasen y se empleasen de verdad", dijo el granadino.

"Mi primero es verdad que duró mucho, pero a la hora de embestir lo hacía siempre con la cara muy alta y sin pujanza alguna. Y el segundo ha sido un toro que más que embestir, ha empujado con los pechos, y me ha costado mucho trabajo poder sacarle algo", finalizó.