Los comunistas moldavos aplazan la elección del presidente al no tener la mayoría necesaria

Moscú.-  Los comunistas moldavos aplazaron hoy la elección del presidente de Moldavia al no tener la mayoría necesaria en el Parlamento, con la esperanza de conseguir el voto que les falta y evitar, así, la celebración de legislativas anticipadas.

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(EFE)

El líder del Partido Nuestra Moldavia habla con los medios de comunicación en el Palacio de Chisinau.

La moción fue aprobada con los votos de los 60 diputados comunistas, mientras que los tres grupos parlamentarios opositores, que tienen los 41 escaños restantes del Legislativo, no participaron en la votación.

"En este día no debe haber discusiones, porque es un día de alegría", dijo la jefa del grupo parlamentario comunista, María Postoiko, citada por la agencia rusa RIA-Novosti, que argumentó la necesidad de aplazar la sesión del Parlamento porque hoy se celebra la festividad de la Ascensión del Señor.

Sin embargo, los motivos reales del aplazamiento tienen poco que ver con la religión: los comunistas, en el poder desde 2001, necesitan como el aire conseguir en el Parlamento el voto número 61 en la segunda votación, pues no están para correr riesgos.

La Constitución de Moldavia señala que en caso de que el Parlamento no consiga elegir al jefe del Estado en dos ocasiones, el Legislativo queda disuelto y se convocan elecciones parlamentarias anticipadas.

Este precepto constitucional de hecho arroja por la borda la amplia mayoría legislativa que obtuvieron los comunistas en los comicios del 5 de abril pasado, denunciados como fraudulentos por la oposición y a los que siguieron violentos disturbios en Chisinau.

Ya el pasado día 20, los comunistas intentaron elegir a la ex primera ministra Zinaida Greceanii, la delfín del jefe de Estado saliente y presidente del Legislativo, Vladímir Voronin, pero chocaron con una oposición cohesionada, que boicoteó su elección.

"Continuaremos las consultas con los grupos parlamentarios opositores", dijo hoy Voronin, citado por la agencia oficial rusa Itar-Tass.

El líder comunista indicó que su formación ha tratado en reiteradas ocasiones de entablar un diálogo con la oposición y se quejó: "Hemos designado incluso a tres negociadores oficiales, pero la oposición elude las negociaciones".

Según Voronin, esto demuestra que para los opositores "los intereses partidistas están por encima de los del Estado".

"Los comunistas estamos preparados para unas elecciones extraordinarias, pero esa es un vía inaceptable para Moldavia", recalcó el presidente saliente de esa antigua república soviética enclavada entre Rumanía y Ucrania.

Agregó que la nueva campaña electoral que busca la oposición "será destructiva para el país, sobre todo ahora, en medio de la crisis económica".

"No tenemos nada que conversar con las actuales autoridades comunistas. Ellos no respetan ni las libertades ni los principios democráticos", dijo ayer a Efe Vlad Filat, líder del Partido Democrático Liberal (PDL), una de las tres formaciones opositoras con representación en el Parlamento.

Según Filat, la única forma de superar la crisis que vive Moldavia es la celebración de unas "elecciones en las que no haya falsificaciones y los moldavos puedan expresar libremente su opinión".

La oposición moldava asegura que en caso de que los comicios sean democráticos derrotarán a los comunistas y ha pedido a la Unión Europea (UE), la OSCE y otra organizaciones europeas que impidan que Voronin manipule el proceso electoral.

Tras denunciar fraude en las pasadas parlamentarias, el 6 de abril la oposición sacó a miles de personas a las calles de Chisinau, manifestaciones que al día siguiente degeneraron en violentos disturbios y saqueos a las sedes del Parlamento y la Presidencia, incidentes que acabaron con centenares de heridos.

Voronin denunció que los servicios secretos de Rumanía estaban involucrados en la organización de los disturbios e, incluso, declaró persona non grata al embajador del vecino país.

Bernardo Suárez Indart