Shriver aborda de forma implacable las relaciones de pareja en su nueva obra

Barcelona.-  Tras publicar "Tenemos que hablar de Kevin", una polémica novela sobre la maternidad, la escritora norteamericana Lionel Shriver destripa con su habitual mirada implacable las relaciones de pareja en el nuevo libro "El mundo después del cumpleaños", que hoy ha presentado en Barcelona.

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(EFE)

La escritora norteamerica Lionel Shriver, autora de "Tenemos que hablar de Kevin", un polémico alegato contra la maternidad, durante la presentación hoy en Barcelona de la novela "El mundo después del cumpleaños", en la que vuelve a tratar el tema de la ambición y la culpa.

Si en su anterior título el protagonista era un adolescente que cometía una masacre en un instituto, ahora Shriver, una irreverente y políticamente incorrecta articulista, se adentra por el triángulo amoroso que forman Irina y Lawrence, dos americanos que viven en Londres, y su amigo Ramsey Acton, un jugador profesional de snooker.

Acompañada por el editor de Anagrama, Jorge Herralde, la autora de Carolina del Norte ha explicado hoy en rueda de prensa que inicia la acción cuando Irina, una ilustradora de libros para niños, tiene que tomar una decisión fundamental en su vida y elegir si quiere continuar con Lawrence y su cotidianeidad o irse a la aventura con Ramsey, que besa de forma excelente, según ha comprobado en sus propios labios.

Con giros narrativos y marcando dos sendas diferentes en la acción, Shriver lleva al lector hasta las peripecias de Irina tanto con un hombre como con otro.

"La idea general del libro -ha reconocido- es plasmar cómo una decisión puede cambiar nuestras vidas y cómo podemos acabar amando a partir de esa decisión".

A partir de un hecho real, puesto que la escritora ha dicho que en un momento de su vida también tuvo que escoger "entre dos buenos hombres", ha armado un extenso relato de casi 700 páginas en el que se puede ver cómo sería la vida de Irina si apostara hasta el final por la infidelidad o por su pareja de hace muchos años.

A su juicio, "cuánto mejor persona eres, más alto es el precio que tienes que pagar para satisfacerte a ti mismo, mientras que si eres un imbécil todo es más barato".

En el libro, en el que la culpa, la ambición y el anhelo están muy presentes, también tiene un papel destacado el sexo.

Shriver ha señalado que quería "hablar de sexo de una manera natural, tal como sucede", y ha agregado que "lo interesante no es qué parte de tu cuerpo está con otra parte de otro cuerpo, sino lo que ocurre en el interior de tu cabeza. El error de muchos escritores es que son demasiado geográficos. Aburridos", ha apostillado.

Respecto a que haya dado tanta importancia al juego del snooker, Lionel Shriver -que reside en Londres desde hace unos años- ha indicado que sigue habitualmente por televisión este tranquilo deporte, del que le gusta su lenguaje, "siempre erótico, con las bolas que se dan dobles besos".

Asimismo, le ha servido para contrastar al intelectual Lawrence con el deportista Ramsey y como metáfora de lo que son las relaciones amorosas entre las personas. "Por la naturaleza del juego tienes que planearlo todo, pero si algo falla, todo cambia completamente y ya no puedes ejecutarlo como lo pensaste", explica.

Al final de la novela, señala su artífice, Irina está en el mismo punto que al inicio, porque "nunca tenemos la suficiente información para tomar una u otra decisión".

Cada relación, a su juicio, tiene diferentes caras. "El placer que siente Irina con el jugador de snooker es extravagante, pero con Lawrence tiene una relación que está a salvo y que es muy dulce, muy del tipo que la gente tiene habitualmente, sin grandes peleas, con repeticiones, aunque no aburrida, difícil a la hora de hacerle justicia".

Shriver, nacida en 1957 y residente en diferentes ciudades del mundo a lo largo de su vida, está trabajando actualmente en una nueva novela sobre la enfermedad y la muerte.