Cristina Pérez: Al tripulante se le exige más allá de lo meramente deportivo

Redacción deportes.-  La doctora valenciana Cristina Pérez, médico del equipo español 'Telefónica' en la Volvo Ocean Race, señala que "es una prueba tan exigente que requiere a los regatistas unas condiciones que van más allá de las estrictamente deportivas".

Nueve meses de competición, 38.000 millas náuticas (70.000 Km.) de navegación llevan al extremo la resistencia física de los tripulantes y para ello es necesario un estricto control médico porque "es una competición de alto riesgo, ya que las tripulantes fuerzan el barco y a ellos mismos al extremo, se encuentran en momentos en los que realmente cuentan con ellos solos en medio del océano."

La doctora explica que "cuando finalizan una etapa a toda la tripulación se le realiza una análisis de sangre y de orina bastante completo, un chequeo médico general básico que incluye toma de constantes, tensión arterial, temperatura, pulso, peso corporal, etc.".

"Registramos si ha tenido algún dolor, algún problema digestivo, problemas para dormir, mareos o alguna queja en particular que haya persistido varios días. Aparte del análisis de orina que mandamos al hospital, también hacemos un análisis de la osmolaridad urinaria, que nos da un dato inmediato del grado de deshidratación que tiene cada uno en ese momento", añade.

"Si ha habido algún percance a bordo, si han tenido alguna lesión o alguno se encuentra mal ya han establecido contacto conmigo mientras navegan. Entonces yo ya espero concretamente a esta persona con algo peculiar", revela la doctora.

En todo el proceso cuenta con la ayuda de Nieves Bernardo, la fisioterapeuta del equipo, e Iñigo Losada, el entrenador físico. El mayor problema cuando los tripulantes llegan a tierra es la deshidratación y la pérdida de peso.

La doctora comenta al respecto que "en general llegan bastante deshidratados, aunque han aprendido que es importante beber para evitar algunas lesiones, evitar el malestar y favorecer la recuperación. Han mejorado, aunque siempre es cierto que las últimas horas antes de llegar a puerto son las más duras, sobre todo cuando tienen esas llegadas tan reñidas, lo de beber pasa a segundo plano. ¡No pueden ni dormir, así que beber ni te cuento!"

"La pérdida de peso es un tema en el que se viene trabajando porque hay una tendencia a perder mucho peso. Por un lado está el tema de la deshidratación, pero por otro es que pueden tener una pérdida considerable de masa muscular lo que en algunos casos lleva a desarrollar un mayor porcentaje de grasa corporal. Es decir, pierden peso pero a expensas de músculo y llegan a ganar grasa. El máximo que hemos llegado a medir de pérdida son 7 kilos de peso corporal en la primera etapa, que fue muy dura", añade.

Además está la cuestión psicológica porque "la vivencia de los deportistas a bordo del barco es peculiar porque no sólo es un aspecto deportivo el que tienen que superar, la convivencia de once personas durante muchos días en un espacio tan reducido es muy compleja", revela.

También afecta psicológicamente el hecho de que "en muchos deportes, el objetivo se ve a corto plazo, y las pruebas son cortas, no duran más de un día, pero esta regata se prolonga tanto en el tiempo, incluso cada etapa, aunque hagan paradas. Se requiere una perseverancia y un interés que madura mucho. Al que le pueda más la fatiga y el sufrimiento más que la satisfacción no disfrutará y seguramente no repita".

Cristina Pérez Encinas es directora de una clínica de medicina deportiva en Alcira, Valencia y no se arrepiente de la experiencia que está viviendo porque "esta Vuelta al Mundo me ha supuesto muchísimas cosas, me ha enseñado mucho; esto es un laboratorio y un aprendizaje que no hay ningún master que me lo hubiera podido dar."