El encierro conlleva un engranaje sanitario "perfecto y difícil de mejorar"

Pamplona.-  El encierro de los Sanfermines supone un engranaje sanitario "perfecto y difícil de mejorar" en el que están implicadas cientos de personas para dar forma a "un despliegue espectacular" que permite que en menos de 30 segundos se atienda una cornada o el traslado de un herido en menos de diez minutos.

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(EFE)

La consejera de salud del Gobierno de Navarra, María Kutz. EFE/Archivo

Así, el encierro es "un espectáculo muy estudiado desde el punto de vista sanitario", además de "un espectáculo propio y único, en el que en tres minutos se pone a prueba la inteligencia y la fuerza del corredor" y, también, la de todo un equipo sanitario.

A lo largo de los 800 metros del recorrido, dieciséis puestos sanitarios, dieciocho ambulancias (diez de ellas medicalizadas), además de "un despliegue enorme" que no interfiere en nada en el resto de las urgencias, ya que durante el encierro los turnos de los hospitales se doblan y los sanitarios del turno de noche no se marchan hasta que pasa el encierro, velan por la seguridad de participantes y asistentes.

Asimismo, por su importancia y a falta de dos semanas para que comiencen los Sanfermines, el dispositivo sanitario de los encierros ha sido el tema elegido por la consejera de Salud navarra, María Kutz, para una nueva edición de las jornadas "Desayunos con salud", en las que junto a profesionales y periodistas se abordan distintas cuestiones de actualidad en materia sanitaria.

Acompañada por dos médicos y dos pastores, Kutz ha hablado del encierro como una trastienda "muy bien estudiada" y ha destacado "la importancia del dispositivo sanitario y asistencial en el recorrido" de lo que supone "la esencia" de las fiestas.

Por su parte, el doctor Kiko Betelu, antiguo corredor y voluntario en uno de los puestos del vallado, ha explicado que el despliegue que se realiza para los Sanfermines es "espectacular", ya que en eventos como "el Rocío, feria a la que acuden entre 2 y 3 millones de personas, cuentan con 5 ambulancias medicalizadas, o en la Maratón de Madrid, con 3, mientras que para el encierro se utilizan 10".

Además, Betelu ha resaltado la importancia de que a pesar del despliegue utilizado para el encierro, el resto de Urgencias "no se toca", con lo que si ocurriese otro tipo de emergencia, "estaríamos preparados".

También ha intervenido en esta jornada Antonio Álvarez, médico y corredor del encierro que ha incidido en la definición de la asistencia sanitaria de la carrera como "un engranaje" conformado por personas que saben que "durante ocho días puede producirse una catástrofe".

Álvarez también ha abogado por la necesidad de comprensión entre corredor y personal sanitario, "nos necesitan y los necesitamos", ha dicho, pues "se establece una relación directa, saben que les ayudamos y nos ayudan".

No obstante, sí que ha agregado que existen "muchos tipos de corredores, que nos dan trabajo de todo tipo", y ha criticado a los corredores de fuera de Navarra que no conocen la dinámica de la carrera y ha ironizado con que "todavía hay gente que pregunta hacia qué dirección corren los toros".

También han aportado su experiencia a la jornada dos pastores, de los diez que participan en total en la carrera, a los que la consejera ha definido como "la unidad de medicina preventiva", y que han explicado su labor en la carrera.

Miguel Reta y Fran Iriarte han precisado que su trabajo consiste en evitar cornadas y han elogiado la atención y despliegue de medios de lo que supone, a su juicio, "una estructura única en el mundo", porque "sabemos que con que lleguemos al hospital con la cabeza pegada al cuerpo nos salvan".

Al respecto, han recordado una anécdota de un corredor que tras una cogida les contó a los pastores que pensó "menos mal que estoy en Pamplona", pues "el éxito de la seguridad está en función de los buenos profesionales, algo muy vocacional e imprescindible en un momento dado".

Así, todos los presentes han coincidido en resaltar que su labor en el encierro es algo vocacional que se desprende de su pasión por los Sanfermines, ya que la mayoría de los profesionales que trabajan en él son personas que llevan años en esta labor. "Sentimos que algo que pasa en la fiesta y que está en nuestras manos, y entre todos lo sacamos adelante", ha explicado Álvarez al respecto.

Durante la jornada, también se ha establecido un debate sobre dónde se encuentra el límite a la hora de emitir desde los medios de comunicación imágenes de los heridos, ante lo que Betelu ha sostenido que el "único límites es si la cosa es gorda, pero es un espectáculo público y el corredor lo asume".

Otra de las cuestiones ha sido la de la posibilidad de suprimir los encierros los fines de semana debido a la aglomeración que supone, algo a lo que todos los presentes en la mesa se han negado, pues "sería como suspender los Sanfermines", ha dicho Betelu.