Mousavi redobla su órdago

Los seguidores del reformista Mousavi han demostrado hoy que están dispuestos a lo que haga falta con tal de que se repitan las elecciones ante la sospecha de fraude en los comicios que dieron la presidencia de Irán a Mahmud Ahmadineyad el pasado día 12 de junio. Y es que miles de personas han desafiado la exigencia del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, quien había advertido que aplastaría las protestas callejeras. "Si hay un baño de sangre, los responsables serán los líderes de las protestas", dijo. Precisamente, el propio Mousavi se ha mantenido firme y ha reiterado su mensaje en una carta remitida al Consejo de Guardianes —que debe validar los resultados— y publicada en su página web, en la que afirma que "considerando todas las violaciones habidas, los comicios deben ser anulados".

(REUTERS)

Partidarios de Mousavi.

Pero ahí no queda eso. Mousavi llega a afirmar en esta carta que todas las irregularidades habrían sido planeadas con meses de antelación, y que existirían pruebas suficientes para que se anularan los resultados. Con estas declaraciones el líder reformista demuestra su inconformismo ante la 'oferta' realizada esta misma mañana por el Consejo de Guardianes, que anunció un recuento, al azar, del 10% de las urnas, para así emitir un veredicto definitivo el próximo miércoles. "Aunque el Consejo de Guardianes no está obligado legalmente, estamos dispuestos a recontar el 10% de las urnas en presencia de representantes de los tres candidatos derrotados', había dicho el portavoz del Consejo, Abas Ali Kadkhodaei.

Y aún hay más: Mousavi ha hecho un llamamiento a la huelga general que se haría efectiva de inmediato en el caso de que fuera detenido. Durante un acto político celebrado en el sur de Teherán, Mousavi aseguró estar preparado para el martirio. "En una declaración pública en el suroeste de Teherán, Mousavi dijo que estaba preparado para el martirio y que seguiría adelante", declaró a Reuters por teléfono un aliado político del candidato, bajo anonimato, desde la calle Jeyhun.

Nada más regresar a España, los periodistas Oriol Andrés y Carlos Castro nos relataban los problemas que sufrieron durante su estancia en Irán a la hora de informar sobre las protestas callejeras de la última semana en Teherán. Y es que la información que llega desde la capital del país resulta confusa ante las continuas trabas de las autoridades. Aun así, testigos presenciales han podido relatar los enfrentamientos que hoy se han producido en el centro de la ciudad entre cientos de agentes y milicianos islámicos "Basij".

Según estos testimonios, los agentes antidisturbios recurrieron a cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a quien trataba de concentrarse en la emblemática calle Enguelab. "Ha habido muchas personas arrestadas. A muchas se les han quitado los teléfonos móviles que utilizaban para grabar", ha explicado otro de los testigos. Las nuevas tecnologías y la valentía de algunos manifestantes son las bases de la información que llega al exterior.

Además, el grito 'Alahu Akbar' ("Dios es el más grande"), utilizado durante la revolución de 1979 que desalojó del poder al último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahlevi, ha vuelto a resonar en las calles. Poco después de la medianoche, y por sexto día consecutivo, miles de personas se asomaron a las ventanas o las puertas de las casas para respaldar, con este grito, las demandas del líder opositor.

El clima de tensión que se vive en Irán no sólo se ha percibido en esos enfrentamientos entre policías y manifestantes en el centro de la capital. También se ha producido un atentado suicida cerca del mausoleo Jomeini que ha dejado al menos dos muertos y ocho heridos, según ha informado la agencia semioficial iraní Fars.

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