Los centros andaluces tienen 2.000 niños que podrían ser acogidos

Sevilla.-  Los centros de protección de la Junta de Andalucía tienen 2.000 niños que podrían ser acogidos temporalmente, por lo que se requieren familias dispuestas a asumir la responsabilidad de los menores, según ha anunciado hoy la consejera para la Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro.

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(EFE)

La consejera para la Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro. EFE/Archivo

Esta medida de acogimiento familiar, cuya duración es variable en función del menor, es "el mejor modelo para que los menores crezcan en un ámbito parecido al de su familia biológica", ha subrayado la consejera en la presentación del estudio "El acogimiento familiar en Andalucía. Procesos familiares, perfiles profesionales".

"Sin la generosidad de las familias sería imposible este programa", ha indicado la consejera antes de precisar que aunque "cada día hay más familias acogedoras", con 6.000 censadas, hacen falta más para atender las necesidades de los menores internados en centros de protección.

El estudio, elaborado por la Universidad de Sevilla con 218 menores y presentado hoy, indica que el acogimiento, una medida que protección alternativa al ingreso del menor en un centro, se debe seguir potenciando, especialmente el de urgencia, según recoge una de las conclusiones de la investigación.

La consejera ha reiterado que el acogimiento familiar, que el año pasado afectó a 4.300 menores, "jamás" se hace "por cuestiones estrictamente económicas", y ha precisado que hay casos de familias "estructuradas" en los que también se actúa.

Ha agregado que "cuando la familia extensa puede acoger" al menor y "la única dificultad es económica", ese problema se solventa con los recursos económicos que facilita la Junta, para lo que en 2008 se destinaron cinco millones de euros.

Los menores son retirados de sus padres biológicos cuando se produce "falta de atención, de cariño y de la cobertura de las necesidades básicas", ha matizado la consejera.

Navarro ha rechazado el "cliché" de que sólo se actúa con familias excluidas o en riesgo de exclusión social, y ha resaltado que en el 37 por ciento de los casos se realiza el acogimiento cuando los menores no han cumplido un año.

Más del 80 por ciento de los casos son acogimientos hechos por personas que tienen vínculos familiares con los menores, la modalidad denominada "familia extensa".

El estudio también revela que el 72,5 por ciento de los menores del estudio fueron víctimas de malos tratos con anterioridad al acogimiento y que el 51,2 por ciento tuvieron acogimientos previos.

La edad media de las familias acogedoras es de 49 años, aunque un 23 por ciento de la modalidad de "familia extensa" tiene más de 62 años, es decir, que los menores suelen ir con sus abuelos cuando no son demasiado ancianos, ha apuntado la consejera.

La mayoría de acogedores son matrimonios y el nivel educativo es variable: bajo en la familia extensa, medio en la ajena y medio bajo en el de urgencia.

Respecto a la actividad profesional, en las familias extensas son jubilados y amas de casa en su mayoría, en las familias ajenas están trabajando y en las de urgencia son amas de casa.

El acogimiento no presupone ningún derecho adquirido por parte de la familia para adoptar a ese menor, ha indicado la consejera antes de apuntar que la Consejería subvenciona con 3,7 millones de euros para 2009 a las instituciones colaboradoras de integración familiar, lo que supone un aumento del 68 por ciento de esta partida.

El estudio revela que "la intervención profesional en acogimiento familiar debe ser revisada en profundidad" y que el sistema necesita un modelo de intervención profesional "más y mejor articulado", "más eficaz" y "mejores condiciones de trabajo".