Los presos de La Moraleja burlan las rejas en un viaje espiritual hacia Santiago

Palencia.-  Un heterogéneo grupo formado por diecisiete reclusos y siete educadores de la prisión de La Moraleja, en Dueñas (Palencia), ha recorrido un tramo del Camino de Santiago a su paso por la provincia palentina, un viaje espiritual que les ha permitido atravesar las rejas de la cárcel, convivir entre ellos y relacionarse con el exterior.

ampliar foto

(EFE)

El grupo formado por diecisiete reclusos y siete educadores de la prisión de La Moraleja, en Dueñas (Palencia), que ha recorrido un tramo del Camino de Santiago a su paso por la provincia palentina, posa en las escaleras de Santa María la Blanca de Villasirga.

Han sido tres días "intensos" en los que han recorrido, desde el pasado miércoles y hasta hoy, los 70 kilómetros que unen las localidades palentinas de Itero de la Vega y San Nicolás del Real Camino, y en los que casi se han atrevido a soñar que eran libres.

Para Fermín Baeza, educador social de La Moraleja y uno de los monitores que les ha acompañado durante estos tres días, todos han sido protagonistas de una gran experiencia que ha supuesto un esfuerzo extra para los monitores pero "que compensa al saber que ellos nos lo van a agradecer toda la vida".

Esta salida programada se encuadra en las actividades que La Moraleja lleva a cabo en aras de la reeducación y reinserción de los internos, preparándoles para su vuelta a la libertad y con ella solo se pretende poner en práctica todo lo que se les enseña en la cárcel, "que no es otra cosa que saber que para convivir existen unas normas que todos tenemos que respetar", ha explicado.

Para los reclusos que han formado parte de esta experiencia es mucho más que eso, porque para la mayoría era la primera salida de la cárcel en un largo periodo de tiempo.

Para todos ellos ha sido una experiencia "espectacular", tal y como la define Miguel, un interno argentino que lleva cuatro años y medio encerrado y que durante estos tres días se siente como "un turista de vacaciones".

Junto a él otros dieciséis reclusos de ocho nacionalidades distintas forman parte de este grupo que en algún momento ha podido llegar a confundirse con un equipo de fútbol, ha bromeado el argentino, que además está recogiendo declaraciones de sus compañeros para elaborar un programa de radio y emitirlo en el centro.

Durante el recorrido están conociendo las iglesias, el arte, los paisajes, los pueblos y a la gente de la provincia de Palencia.

Han visitado los templos románicos de San Martín de Frómista, la Iglesia de Santiago y el Monasterio de San Zoilo en Carrión de los Condes, han visto museos y les ha dado tiempo a bañarse en el río Carrión e incluso a tomar alguna caña sentados en una terraza.

Y aunque el cansancio se acumula y aparecen las primeras ampollas todos ellos están encantados de disfrutar de esta bocanada de libertad que algunos, como el bonaerense Gustavo, se atreven a definir como "el primer paso hacia la libertad que tarde o temprano nos llegará a todos".

Además Gustavo ha grabado en vídeo todo el recorrido, con lo que además de algunas ampollas se lleva un montón de horas para editar.

Para él lo más interesante ha sido descubrir "el arte de las iglesias" y lo más positivo "el comportamiento de los educadores que les acompañan".

Hoy han llegado a San Nicolás, el final de este camino que les ha supuesto un pequeño contacto con la vida real y un sueño que ninguno olvidará.