Los pilotos desafían las leyes aéreas con el vuelo acrobático de aviones ligeros

Granada.-  Aunque algunos los consideran personas sin cordura cuando manejan un avión ligero en sus manos, los pilotos que se dedican al vuelo acrobático saben aunar la complejidad de llevar sus aparatos y hacerlo de una forma que sea visualmente llamativa para todos los que desde abajo los observan.

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(EFE)

Un avión realiza una acrobacia durante el entrenamiento del equipo Red Bull Air Race. EFE/Archivo

Así lo han reconocido a Efe los miembros del Real Aero Club Granada, que desde hace varios años participan en las diversas competiciones que se desarrollan a nivel nacional a lo largo del año, incluidas en el Campeonato de España, y en las que se hace "todo lo que no se puede" con un avión comercial.

Este deporte "es recomendable" para todo el mundo pese al gran misticismo que le rodea y, aunque desde la lejanía pueda resultar arriesgado, el veterano piloto José González asegura que las medidas de seguridad que existen "son muy importantes" y permiten mantener el control del avión ligero en cada momento del vuelo.

Llevar la máquina hasta una situación extrema supone para estos pilotos una descarga de adrenalina "indescriptible" que sólo se puede comprender si se practica, ha señalado el campeón de España en vuelo acrobático en categoría elemental, Juan Manuel Cortacero, quien considera que, pese al nerviosismo que se siente mientras se hacen las pruebas, "siempre quedan más ganas para repetir".

Pero a veces las ganas no van acorde con la necesidad o la posibilidad de poder desarrollar las pruebas, ya que aunque participan en campeonatos nacionales del vuelo acrobático, estos pilotos hacen un llamamiento a instituciones y empresas para que colaboren, porque los viajes y las inscripciones se las costean con su dinero, ha dicho Cortacero, quien ha necesitado un préstamo y ha recurrido a sus padres para practicar esta afición.

Este deporte, como muchos otros, ha sido tradicionalmente practicado por hombres, sin embargo, éste ha sido el primer año en el que han participado mujeres en el Campeonato de España, entre las que se encuentra Conchi Ordónez, quien ha señalado que el trato recibido "es exquisito" y que por su género "nunca" se ha sentido desplazada.

La experiencia es un grado en la práctica del vuelo acrobático, aunque para los que se inician es necesario un curso de piloto privado, que cuenta con 80 horas de teoría y 45 horas de práctica, y a partir de entonces la situación "no es más compleja" que el carné de conducir, ha dicho el piloto Enrique Molina, que considera primordial "la base" para competir en el ámbito nacional.

De entre todos estos pilotos, uno de ellos, Javier Plaza, compite en la categoría deportiva, la que se sitúa por delante de la elemental, y en la que las prácticas "son diferentes y más difíciles", aunque "no se puede tirar la toalla" si alguno de ellos se percata de un error, "hay que olvidarse y seguir".