La UE decide adoptar el sistema español de provisiones bancarias

Bruselas.-  La Unión Europea va a modificar la normativa sobre requisitos de capital a los bancos y, al hacerlo, se basará en el modelo de provisiones aplicado en España, que obliga a las entidades a constituir reservas en las fases de expansión para hacer frente a potenciales pérdidas futuras.

Los Veintisiete son conscientes de que la falta de provisiones anticíclicas fue uno de los factores que contribuyó al agravamiento de la crisis financiera y han decidido tomar medidas para evitar que esto se repita en el futuro.

En su reunión mensual, los ministros de Finanzas de la UE acordaron hoy, de manera unánime, introducir un enfoque a más largo plazo, consistente en acumular provisiones a partir de los beneficios obtenidos en las épocas de bonanza para compensar posibles pérdidas futuras por créditos impagados.

También abogaron por el desarrollo de modelos de "provisiones dinámicas", que obligan a elevar las reservas cuando el crédito crece deprisa y viceversa.

La Comisión Europea presentará un informe a los Veintisiete sobre esta cuestión a finales de septiembre, para su discusión en sendas reuniones del Ecofin en octubre, con vistas a aprobar una propuesta legislativa a lo largo del otoño.

El exigente modelo de provisiones, genéricas y dinámicas aplicado por el Banco de España desde el año 2000 ha sido puesto en numerosas ocasiones como ejemplo de esta estrategia.

La vicepresidenta segunda del Gobierno español, Elena Salgado, se mostró hoy satisfecha por la decisión de los Veintisiete y consideró que supone "un gran paso adelante" para la mejora del marco regulador del sector financiero europeo.

Los ministros también se mostraron favorables a la creación de "colchones" de fondos adicionales, además de para prevenir el riesgo de morosidad, para mitigar posibles variaciones del valor de sus activos.

Estas reservas tendrían que acumularse en las fases alcistas, para ser utilizadas en los periodos de contracción, pero en ningún caso deberían interpretarse como nuevos mínimos en las exigencias de capital, para permitir a las entidades recurrir a ellas en caso de necesidad.

Salgado descartó que estos cambios a nivel comunitario vayan a acarrear ninguna modificación de la legislación española, que en este ámbito seguirá siendo más exigente.

En este proceso de revisión de la normativa financiera que están efectuando los Veintisiete los mecanismos de remuneración de los ejecutivos son otro de sus objetivos, ya que consideran que incentivaron a las entidades a asumir riesgos excesivos.

Bruselas también incluirá esta cuestión en el informe que presentará a los ministros tras el verano, aunque lo máximo que puede hacer la UE en este ámbito es establecer orientaciones de cumplimiento voluntario.

En cualquier caso, los Veintisiete están de acuerdo en que los sueldos de los directivos bancarios deben vincularse a los resultados a largo plazo, según aseguró al término de la reunión del Ecofin el titular sueco de Finanzas, Anders Borg.

En cuanto a la normativa contable, los ministros volvieron a pedir a la Junta de normas internacionales de contabilidad (IASB en sus siglas en inglés) que revise las reglas aplicables en caso de pérdidas por devaluación de activos, a tiempo para ser aplicadas en las cuentas anuales de 2009.

Los europeos están preocupados por los cambios adoptados por la autoridad contable estadounidense (FASB), que ya se aplicarán en los resultados del segundo trimestre de 2009 y que suponen una relajación de la norma que obliga a las entidades a contabilizar sus activos en función de los precios de mercados.

Las compañías estadounidenses podrán apuntarse los activos en función del valor que tendrían en una venta "ordenada", en oposición a una operación en situación anormal como la actual.

Tanto el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, como la vicepresidenta española insistieron hoy en la importancia de garantizar las mismas condiciones para las compañías de ambos lados del Atlántico.