Campa preocupado por el otoño, cuando terminen algunas de las obras del Plan E

Madrid.-  El secretario de Estado de Economía, Manuel Campa, muestra su preocupación por lo que ocurrirá este otoño en la economía española cuando finalicen algunas de las obras públicas impulsadas por el Plan de Estímulo y Empleo del Gobierno, con una duración media de seis meses y que se iniciaron hace tres.

Así lo considera durante una entrevista que publica hoy el periódico Cinco Días y en la que advierte a los funcionarios públicos de que sus salarios deben "adecuarse a la situación de caída de gasto".

De esta forma, Campa anuncia que en 2010 la evolución salarial de los funcionarios debe ser "muy conservadora" y adecuarse a la caída del 4,6% del techo de gasto pronosticada por el Ejecutivo.

El secretario de Estado de Economía mantiene que el próximo año será el de la "recuperación" económica y reitera que en el primer trimestre habrá "crecimientos intertrimestrales", y asegura que dicha recuperación vendrá del sector exterior.

Asimismo, cree que la crisis económica en España ya casi está tocando fondo y cita como principales "brotes verdes", la mejora en las ventas de automóviles, del empleo en los últimos dos meses y del índice de sentimiento económico del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

No obstante, indica que "con más de cuatro millones de parados" hay que hacer algo para "mejorar el mercado de trabajo" y mantiene la esperanza de que el proceso de diálogo social concluya satisfactoriamente antes de agosto.

Preguntado si apoyaría un pacto salarial, apuesta porque hubiera "otros márgenes de ajuste" en el mercado laboral aparte del de trabajar o no trabajar, "como cuánto tiempo se trabaja u otros elementos de flexibilidad".

En este sentido, critica que la subida pactada de salarios en convenios, del 2,7%, se haga en un mercado "extremadamente" segmentado en el que los acuerdos son bilaterales, y apunta que con el Producto Interior Bruto cayendo y la inflación cerca de cero, "lo más razonable es que la masa salarial se adecúe".

Por otra parte, sobre una futura subida de impuestos para reactivar la economía, Campa cuestiona el beneficio que supondría un aumento del IVA o del tipo máximo del tipo máximo del IRPF, y considera que con el consumo "muy deprimido", el impacto de un subida "no sería muy alto y desincentivaría aún más el consumo".

"La subida de los impuestos sobre carburantes y tabaco tuvo un impacto recaudatorio importante aunque no tan alto, pero contribuye a otros objetivos como la salud pública o los compromisos energéticos", aseguró.