La profesora March considera que "la normalización limita la lengua gallega"

Santiago de Compostela.-  La profesora estadounidense Kathleen March de la Universidad de Maine criticó en declaraciones a Efe la rigidez normativa del lenguaje gallego al observar que "la normalización limita la lengua", y abogó por un mayor acercamiento al portugués para evitar ser un "dialecto".

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(EFE)

Retrato del escritor y académico gallego Ramón Otero Pedrayo. EFE/Archivo

"No está en mi ánimo ofender a nadie, pero si no hay libertad con la lengua, a veces la oficialización y la normalización limitan el desarrollo de la lengua", comentó a Efe March, una de las expertas que participa en Compostela en un congreso organizado por la Asociación Internacional de Estudios Gallegos (Aieg), que reúne a unos doscientos académicos de nueve países.

El congreso, que se prolongará hasta el viernes, agrupa a especialistas en temas gallegos de universidades del Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Rusia, Portugal, Brasil y Estados Unidos, además de otras comunidades autónomas españolas.

March señaló que algunos expertos consideran que el fenómeno normativo es inherente a todas las lenguas, pero "mi opinión es que debe haber más libertad de expresión" en la utilización de la lengua.

La académica observó que "la Xeración Nós usaba el gallego que sabía. Puede resultar anacrónico, pero es una observación estrictamente lingüística", dijo.

En ese sentido, abogó por "mayor libertad de expresión y menos peleas entre diferentes grupos gallego-hablantes" sobre las normas que deben prevalecer.

"Hay una mentalidad de algunas personas de limitar, proteger y hacer del gallego algo mas rígido", criticó la académica, que recordó que el lenguaje necesita "ser viva".

Señaló que escritores como Ramón Otero Pedrayo, Alfonso Daniel Manuel Rodríguez Castelao, Manuel Antonio, Amado Carballo, Luís Amado Carballo o Eduardo Modesto Blanco Amor mostraron en la literatura gallega la riqueza del lenguaje en sus expresiones.

"Algunos tuvieron un contacto con la tierra que pudo redundar en morriña y nostalgia, pero tenían un contacto vivo con una lengua rica en metáforas y expresiones", dijo.

En ese sentido, observó que, a diferencia de otras épocas pasadas, "ahora no se permite hablar o escribir de ciertas maneras, lo que supone una limitación".

Así, consideró que debería haber mayor flexibilidad y dejar de lado aspectos excesivamente rigurosos como "los debates sobre la utilización de la b o la v o los acentos", que contribuyen a entorpecer y frenar a quienes tratan de aprender esa lengua.

March también preconizó favorecer una incremento de la calidad del lenguaje, de un "gallego bueno y no un castrapo", y enfatizó: "Pese a ser extranjera, yo lo detecto en la televisión y en las cuestiones oficiales".

La académica estadounidense, que se dedica desde hace treinta años al estudio de lenguas ibéricas, lamentó el "rechazo del portugués por parte de muchos gallegos, e incluso de muchas instituciones oficiales".

Observó que ella comenzó a aprender gallego después de aprender portugués y apostilló que para Galicia sería "preferible la preferencia al contacto con el portugués que con el castellano", desde un punto de vista lingüístico, ya que advirtió que corre el riesgo de "convertirse en un dialecto".

March, profesora de castellano en la Universidad de Maine y especialista también en lengua portuguesa, se declaró "pesimista" sobre el futuro de la lengua gallega frente a "los medios de comunicación, la globalización y la modernización, que la están estropeando".