Puerta Grande para Ponce y "Leandro" la pierde por la espada

Santander.-  El diestro Enrique Ponce cortó dos orejas y salió por la Puerta Grande en el festejo celebrado hoy en Santander, en el que "Leandro" realizó el toreo más artístico, y aunque paseó un trofeo al igual que "El Cid", perdió un triunfo mayor por culpa de la espada.

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(EFE)

El diestro Enrique Ponce con la muleta ante el primer toro de su lote, al que cortó una oreja, durante la tercera corrida de abono de la Feria de Santiago que se ha celebrado en el coso de Cuatro Caminos de la capital cántabra.

Se lidiaron toros de Puerto de San Lorenzo, bien presentados, nobles y de buen juego. Los mejores, segundo y tercero, aplaudidos, y, sobre todo, sexto, ovacionado en el arrastre. El quinto también "sirvió". Desentonaron algo más, por sus justas fuerzas, primero y cuarto.

Enrique Ponce: estocada baja (una oreja); y pinchazo y estocada (una oreja tras un aviso).

Manuel Jesús "El Cid": tres pinchazos, media estocada y tres descabellos (palmas tras un aviso); y estocada trasera y caída (una oreja).

Leandro Marcos "Leandro": estocada (una oreja con leve petición de la segunda); y cuatro pinchazos y estocada (vuelta al ruedo tras dos avisos, acompañado del mayoral de la ganadería).

La plaza se llenó en tarde apacible.

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EFECTIVIDAD DE PONCE Y PLASTICIDAD DE "LEANDRO"

Ponce supo medir y exprimir muy bien al que abrió plaza, toro manejable, que se movió con nobleza en la muleta, pero a menos y blandeando. Toreó con suavidad y elegancia en el comienzo de faena con series de muletazos muy ligados y templados por el derecho. Pero el animal fue apagándose poco a poco, y la faena bajó de intensidad por el izquierdo. No obstante al matar de forma certera paseó una oreja.

Igual frente al cuarto, Ponce puso todo de su parte para hacer embestir a un toro que manseó, defendiéndose con la cara arriba. Faena larga e intermitente, destacando las series por el derecho. La buena estocada final, crucial para pasear otro trofeo, que le puso en la Puerta Grande.

"El Cid" tuvo altibajos con su primero, un buen toro, con el que se acopló por momentos. Muy bien de capote, tanto a la verónica como en posterior quite por delantales. En la muleta, comenzó por el lado izquierdo, aunque sin ajustarse demasiado y perdiendo pasos. Igual por el derecho. Labor de muchos pases y poco poso. Y con la espada, fatal. Paseó un trofeo del quinto por una labor de poco calado, bien a derechas pero a menos. La espada que se le negó antes, fue ahora fulminante. Un espadazo en el centro del ruedo, que por sí solo valió la oreja.

"Leandro" paseó una trofeo del bravo tercero, de largas y emocionantes embestidas, al que cuajó una buena faena, en la que sobresalió el toreo a derechas con muletazos largos y templados, profundos y empacados. Toreo de sabor también en los remates, incluso en las manoletinas finales. Por el izquierdo no hubo continuidad, aunque también dejó "chispazos" sueltos de suma plasticidad.

El sexto, el mejor del encierro, poco claro en los dos primeros tercios, "rompió" a embestir en la muleta con clase y profundidad. "Leandro" lo cuajó de principio a fin. Apertura por la derecha dando mucha distancia al toro y ligando pases de exquisita despaciosidad, hondura y personalidad. Mejor al natural, por donde surgieron los mejores muletazos de la tarde. Toreo de altura también en las postrimerías, de nuevo a derechas, intercalando remates y detalles entre muletazos de altas cotas artísticas. Tenía un triunfo grande en la mano, pero todo se quedó en una aclamada vuelta al ruedo tras fallar a espadas.