"Yo me tiré la copa de la Copa Libertadores", confiesa un jugador colombiano

Bogotá.-  ¿Sacrilegio, emoción desbordada o mala calidad del trofeo?

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(EFE)

Jugadores del Once Caldas celebran en julio de 2004 tras recibir la Copa que los acredita como campeones de la Copa Libertadores de América, durante la final de la Copa Libertadores de América realizada el estadio Palo Grande en Manizales, Colombia. EFE/Archivo

La noche del 1 de julio de 2004 resultó histórica para el fútbol de Colombia pero hoy, cinco años después, el delantero Herly Alcázar ha aportado un testimonio insólito en la historia de la Copa Libertadores, que ha cumplido 50 años.

El Once Caldas festejaba en Manizales, a expensas del Boca Juniors argentino, la conquista de la edición de 2004, el segundo galardón de un equipo colombiano desde que el Atlético Nacional se impuso al Olimpia paraguayo en la edición de 1989.

La evocación de ese logro y la revelación de lo que pasó aquella noche en el mismo pasto del estadio Palogrande son de Herly 'el Alcatráz' Alcázar, actual jugador de La Equidad y con dilatada experiencia en equipos de Chile, México y Perú.

"Yo me tiré (dañé) la copa de la Copa Libertadores", manifestó Alcázar, de 28 años, en entrevista que publica en su nueva edición la revista masculina 'Soho'.

"Ninguno de nosotros lo podía creer, habíamos ganado la versión 2004 de la Copa Libertadores, éramos campeones. El partido se había ido a penaltis y los de Boca Juniors no anotaron ni uno solo. Después de que nos entregaron las medallas vino la celebración en grande, agarré la copa, la besé y empecé a saltar con ella", dijo.

Ahí comenzó el desastre, para la copa de la Libertadores.

"Pensé que era compacta, pero el muñeco de encima estaba sostenido apenas por un cablecito y las orejas estaban como pegadas con pegante (goma). De repente, el muñeco se salió por un lado, la tapa de arriba del balón se abrió y una oreja se cayó", relató.

"Cuando me di cuenta pasé la copa y seguí celebrando. La verdad es que no me importó, en la emoción del momento a uno lo que menos le importa es si la copa se rompe o no, uno puede seguir celebrando con solo media copa, como hicimos nosotros", confesó sin rubor.

Según el jugador, las partes que se desprendieron del trofeo fueron recogidos por un hincha que había saltado de las tribunas a la cancha para el festejo, y entregadas a los directivos del Once Caldas, que a su vez pagaron por ellos una recompensa cuyo monto no fue revelado.

"Yo creo que (el daño) no fue nada del otro mundo. El Once ganó, la copa la mandaron a reconstruir después y, asunto arreglado. Cuando me acuerdo de eso, cinco años después, me da lo mismo que en ese momento: alegría y risa", puntualizó el ex jugador del Cienciano, el Sporting Cristal, la Universidad de San Martín, la Universidad de Chile el O'Higgins y los Jaguares de Chiapas.