Barreda se reúne con los alcaldes afectados por los fuegos que quemaron 2.500 hectáreas

Cuenca.-  El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, se ha reunido hoy en Cuenca con los alcaldes de los municipios afectados por los incendios declarados la semana pasada en la Serranía de Cuenca, que han quemado finalmente unas 2.500 hectáreas.

Barreda ha indicado minutos antes del encuentro, en su alocución en la presentación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Cuenca, que el objetivo de esta reunión es evaluar los daños, ver las consecuencias y analizar entre todos qué cosas se pueden hacer para conseguir la regeneración del paisaje lo antes posible.

Asimismo, ha vuelto a agradecer el esfuerzo que han realizado en los últimos días los equipos de extinción de la región y ha valorado su profesionalidad porque "hacen un esfuerzo a veces sobrehumano, mucho más de lo que es exigible por sus propias responsabilidades y conviene que la ciudadanía sea consciente de ello".

Barreda, que ha estado acompañado en la reunión por el consejero de Agricultura y Desarrollo Rural, José Luis Martínez Guijarro, ha charlado con los alcaldes de Cuenca, Poyatos, Uña, Vega del Codorno, Cañizares y Las Majadas, además de los de Beteta y Tragacete, que prestaron sus infraestructuras, sobre todo alojamiento, a los retenes durante las labores de extinción.

En el encuentro, que ha durado casi dos horas, Martínez Guijarro ha explicado que la Junta les ha explicado el plan de reforestación que se va a llevar a cabo en la zona a partir del otoño, que dio a conocer a los medios de comunicación el pasado viernes.

El objetivo, ha indicado el titular de Agricultura y Desarrollo Rural, es sacar la madera quemada cuanto antes para evitar plagas.

Una vez extraída, se llevarán a cabo infraestructuras de lucha contra la erosión para contener los suelos, se instalarán trampas con feromonas para mitigar la irrupción de plagas, y se prestará especial atención a la evolución de la regeneración natural de la zona afectada por las llamas

La madera tendrá o bien un destino comercial, aunque son conscientes de la dificultad para colocarla en el mercado porque los precios están muy bajos, o se mandará a la planta de Corduente (Guadalajara), que genera energía eléctrica a partir de residuos forestales.

Asimismo, avanzó que en los próximos días mantendrán reuniones con los ganaderos de la zona puesto que no podrán pastar en la superficie calcinada y, por tanto, será necesario distribuir la carga ganadera de estas 2.500 hectáreas en el resto de la Serranía de Cuenca.

Por su parte, los alcaldes de los municipios afectados por el fuego han pedido que se reconstruyan cuanto antes las infraestructuras que se han dañado, como abrevaderos o caminos.

Según han informado a EFE fuentes del servicio de extinción de incendios de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, unas 40 personas trabajan hoy para intentar extinguir por completo los fuegos declarados el pasado martes en Uña y Poyatos.