Grau dice que pretender implicar a Barberá en el caso Gürtel es una maniobra sucia y despreciable

Valencia.-  El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Grau, ha manifestado hoy que pretender implicar a la alcaldesa de esta ciudad, Rita Barberá, en la trama corrupta del caso "Gürtel" es una "maniobra absolutamente sucia y despreciable".

Grau y el alcalde en funciones, Jorge Bellver, han ofrecido una rueda de prensa tras la petición del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) de los contratos que firmó con las empresas Special Events y Pasadena Viajes, vinculadas al presunto cabecilla de la trama, Francisco Correa, durante la presidencia de Barberá entre 2000 y 2004.

Según Grau la Policía "ni registró, ni avasalló ni entró, como hicieran en su día con Rumasa, en la sede de la FEMP", sino que pidieron mediante requerimiento judicial que "se les entregara" la documentación sobre contratos suscritos antes del 2004 "junto con una certificación de las competencias del secretario general".

En este sentido, ha precisado que el secretario general de la FEMP no es de designación directa del presidente, sino que es nombrado y cesado por la Comisión Ejecutiva, y ha dicho que es "una falsedad" utilizar la petición de documentos para decir que era el número dos de Barberá.

"Las decisiones que toma la comisión ejecutiva se adoptaron con arreglo a lo que mandan los estatutos en un órgano colegiado y por unanimidad", ha señalado Grau, quien ha añadido que el comité está compuesto por representantes de todos los grupos políticos.

"No ha habido ningún juzgado que haya dicho absolutamente nada de Barberá", sólo "un fulano por ahí que parece ser que dijo a otro fulano que si le regalaba bolsos, cosa que ella ha desmentido y nadie ha podido probar".

La alcaldesa, según Grau, "dará las explicaciones que tenga que dar cuando se las pida quien se las tiene que pedir, si es que lo hace alguna vez, y hasta el momento nadie se las ha pedido ni hay nada en absoluto que se le pueda imputar a ella".

También ha criticado las manifestaciones realizadas por la portavoz del grupo municipal socialista, Carmen Alborch, quien ayer preguntó a Barberá por qué en su etapa como presidenta de la FEMP "no impidió las contrataciones" con empresas relacionadas con el caso "Gürtel".

"Me ha llamado la atención el ataque repentino de ética que ha debido de sufrir", porque cuando presidió la FEMP "el caso Gürtel no existía y nadie sabía que eran corruptas (las empresas)".

"Jamás le oí poner ninguna objeción ética cuando se sentaba en la mesa del Consejo de Ministros con un ministro procesado (José Luis Corcuera) y un director de la Guardia Civil (Luis Roldán)", ha agregado.

Preguntado por si tienen constancia que Barberá ha sido objeto de grabaciones ilegales, Grau ha dicho que si fuera así "en ese momento se enteraría usted por el juzgado de guardia", y aunque "todos podemos sospechar de todo" es "muy difícil el poder probar una cosa así".

Por su parte, Bellver ha señalado que Barberá no está mencionada en ninguno de los trámites que la justicia está realizando con respecto a la FEMP, y ha ironizado con que es "una casualidad" que una semana antes de que el juez reclame esta información el presidente de la entidad, Pedro Castro, ya anunciase que la tenía a disposición de la justicia.

A su juicio, el PSOE "ha utilizado en sus guerras internas las filtraciones a determinados medios de comunicación y le ha ido bien, ya que en sus guerras intestinas una filtración muy grave, que acabó en nada, llevó a que el secretario general del PSPV (Joan Ignasi Pla) tuviese que presentar su dimisión".

"En aquellos momentos el PSOE, que fue el que arbitró la trama, se encontró con un secretario general débil y sin apoyos en la Comunitat Valenciana y le salió bien la maniobra", ha dicho Bellver, para quien "esa misma maniobra es la que están intentando utilizar en este momento contra el PP".

Pero en este caso "hay una pequeña diferencia, que no tienen enfrente a un secretario general débil, sino a un partido sólido, unido", por lo que "el resultado final les va a salir extremadamente mal".