El Gobierno chileno respalda la actuación de la policía en la muerte de un mapuche

Santiago de Chile.-  El Gobierno chileno respaldó la actuación de la policía en el enfrentamiento que terminó hoy con un mapuche abatido por los tiros de un agente durante el desalojo de un fundo en el sur del país, muerte que según Carabineros se produjo "en defensa propia".

ampliar foto

(EFE)

La versión de la policía contrasta con la de los mapuches, entre ellos Aucán Huilcamán, dirigente del Consejo de Todas las Tierras, quien sostuvo que el grupo de comuneros nunca estuvo armado. EFE/Archivo

El subsecretario del Interior, Patricio Rosende, ofreció la declaración del Gobierno sobre la muerte del ciudadano indígena, que aún no ha sido identificado, ocurrida este miércoles en el fundo San Sebastián, en la sureña región de La Araucanía.

El enfrentamiento se produjo cuando la policía procedía a desalojar ese predio, en las cercanías de la localidad de Angol, a unos 600 kilómetros al sur de Santiago, que había sido ocupado por un grupo de familias pertenecientes a la comunidad Requén Pillán.

Rosende explicó que la Fiscalía solicitó a la Policía de Investigaciones (cuerpo civil) para que se realicen las pesquisas necesarias con el fin de esclarecer el contexto en el que se produjeron los hechos y las responsabilidades involucradas.

En tanto, el general jefe de la Novena Zona de Carabineros (policía militarizada) en La Araucanía, Cristián Yévenes, afirmó que la respuesta del uniformado fue "un acto en defensa propia" para intentar repeler un ataque de los mapuches.

Según Carabineros, el uniformado, que había sido trasladado a la zona desde Santiago para reforzar la presencia policial, se vio inmerso en una emboscada mientras participaba en el operativo llevado a cabo por personal de Fuerzas Especiales.

La policía tenía una orden judicial para desalojar el predio, propiedad de Sergio González Jarpa, quien ayer denunció la intención de las familias mapuche de ocupar esas tierras que reclaman como propias.

La versión de la policía contrasta con la que ofrecieron miembros de las comunidades mapuche, entre ellos Aucán Huilcamán, dirigente del Consejo de Todas las Tierras, quien sostuvo que el grupo de comuneros nunca estuvo armado.

"Las personas nunca estuvieron armadas, simplemente estaban con boleadoras, hachas o con un rosón, que es instrumento propio de cualquier campesino o de cualquier mapuche, por lo tanto no es un arma", afirmó Huilcamán, según Radio Cooperativa.

En tanto, los mapuches demandaron la presencia de Manuel Francisco Vial, obispo de Temuco, capital de La Araucanía, para permitir el traslado del cuerpo del indígena abatido y avalar así la transparencia de los procedimientos policiales.

Este incidente se produjo pocas horas después de que el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, mantuvo un encuentro privado con el obispo de Temuco, en el que según trascendió se abordó el conflicto mapuche.

Este conflicto se arrastra desde los años 90 en la región, donde algunas comunidades mapuche, que con unos 600.000 miembros suponen el seis por ciento de la población del país, reclaman como propias tierras pertenecientes a empresas forestales o agrícolas.

El Gobierno optó por comprar tierras para entregarlas a las comunidades, pero el proceso no ha marchado como se esperaba y grupos más radicales han recurrido a acciones violentas como formas de presión.