La Abadía cierra el festival con el montaje de Richard Dresser "Días mejores"

Murcia.-  El prestigioso grupo madrileño Teatro de La Abadía cierra a las 22.30 horas de mañana el cuadragésimo festival internacional de teatro y danza de San Javier con la puesta en escena de "Días mejores", escrita por el estadounidense Richard Dresser y dirigida por Álex Rigola, director del Teatre Lliure.

ampliar foto

(EFE)

El teatro de la Abadía, en una escena de "El Burlador de Sevilla o el Convidado de Piedra", uno de sus anteriores montajes. EFE/Archivo

Según informa la organización, que precisa que las entradas al auditorio del parque Almansa valen entre 12 y 15 euros, Rigola vuelve a colaborar de nuevo con La Abadía, tras su participación en los montajes "Ubú Rey" y "Largo viaje hacia la noche".

La obra, cuyo texto ha versionado Ignacio García May, con una mayor dosis de surrealismo que gustó al autor, que asistió a su estreno en Madrid, está interpretada por Ernesto Arias, Irene Escolar, Lino Ferreira, Ana Otero, Tomás Pozzi, y Marc Rodríguez.

Dresser escribió esta comedia a finales de los 80, pero ahora cobra actualidad ante el fantasma de la crisis y la paradoja que recorre Occidente: consumir o dejar de consumir, en palabras del director de la sala La Abadía, José Luis Gómez.

"Desgraciadamente, hemos vuelto a una situación de crisis, si cabe, más grave", indicó el dramaturgo en la presentación de este montaje, una coproducción de la sala madrileña, Temporada Alta y el Centre d'Arts Escéniques de Reus (Tarragona).

"Días mejores" cuenta la historia de un grupo de personas en paro que se buscan la vida quemando coches para cobrar el seguro -hasta que destruyen todas las existencias- y hasta las facturas impagadas, lo que al menos les sirve para combatir el frío en su situación de desesperanza.

"No veo grandes diferencias entre la comedia y la tragedia; es sólo una cuestión del acento, porque la historia de estos personajes es terrible", explica Dresser, que considera a los personajes de su obra "personas decentes, empujadas al arroyo por una economía aplastantemente injusta".

Cree que sería "pretencioso" por su parte pensar, como dramaturgo, que puede cambiar la vida de las personas. "Puedo agitar, y hacer que el público se ría de cosas de las que no se ha reído nunca", precisa, sin embargo.

Por su parte, Rigola, que se enfrenta por segunda vez a un texto de Dresser, comenta que "alguien se pensó que podíamos hacer dinero sin trabajar, comprar por diez y vender mañana por veinte", y que "si había un momento para representar esta comedia, era éste, en el mundo y en España, donde vivimos del sol y del turismo", lo que Dresser confirma al asegurar que "por desgracia, 'Días mejores' es más relevante ahora" que cuando la escribió.

"O nos ponemos las pilas y apostamos por la educación, la cultura y la ciencia, o vamos a seguir pendientes de lo que sucede en el mundo sin ser independientes", advierte Rigola, que subraya que éste no es un espectáculo de gran densidad y poesía, como sus anteriores montajes, porque es muy divertida.