Ayala es el oferente ante la Virgen del Pilar con la satisfacción del ascenso

Zaragoza.-  El argentino Roberto Fabián Ayala, capitán del Real Zaragoza, fue por primera vez el oferente en la tradicional ofrenda de flores a la Virgen del Pilar con la satisfacción de haber logrado el objetivo de regresar en una temporada a Primera división.

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(EFE)

Los jugadores del Real Zaragoza López Vallejo y Ayala realizando esta mañana la tradicional ofrenda de flores a la Virgen del Pilar antes del inicio de una nueva temporada.

El canónigo Juan Antonio Gracia fue en esta ocasión el encargado de recibir en la Basílica del Pilar a todos los componentes de la plantilla presentes en la capital aragonesa y la mayor parte de los componentes del consejo de administración del club, con el presidente ejecutivo, Eduardo Bandrés, y el accionista mayoritario, Agapito Iglesias encabezando la comitiva.

Una de las notas más destacadas de esta ofrenda, en la que la Virgen del Pilar, que como sucede en las últimas temporadas lucía el manto con el escudo del león rampante, fue la ausencia de los "infanticos" a los que en esta ocasión las vacaciones les impidieron estar junto a sus ídolos y entonar sus tradicionales cánticos.

Tras la ofrenda de flores y el encendido de algunas velas ahora automatizadas, todos los componentes del club aragonés pasaron al Ayuntamiento de Zaragoza donde fueron recibidos por el alcalde en funciones, Francisco Catalá.

Ayala afirmó en su ofrenda que le presentaban sus "ilusiones, sueños y propósitos" pero dejó en la responsabilidad de los jugadores el conseguir los triunfos porque "sabemos que llegarán si sabemos cumplir con nuestro deber de atletas, honrados, generosos y sacrificados".

Lo que sí suplicó fue la protección de la Virgen "para nosotros y nuestras familias" y que les ayude durante la competición a hacer de su profesión una "escuela de ciudadanía, compañerismo y paz".

También pidió ayuda para ser buenos deportistas, respetuosos con el adversario y "humildes en el éxito y animosos en el fracaso".

Por su parte, Juan Antonio Gracia recordó que cada nueva temporada está "llena ilusiones, sueños y proyectos, incluso de ambiciones, pero llena también de peripecias y situaciones difíciles", a la vez que recordó que para "los aragoneses y los zaragozanos todo pasa por El Pilar, lo festivo y lo triste, lo alegre y lo penoso".

Una vez abandonado el templo mariano, en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento, Francisco Catalá, expresó su enhorabuena por el regreso del Real Zaragoza al lugar "donde debéis estar" y a la vez el deseo de que "el accidente" de un descenso no vuelva a ocurrir.

El nuevo campo también hizo acto de presencia en sus palabras al comentar su esperanza de que "dentro de poco podamos comenzar un campo de Champions que es lo que se merece la ciudad y el equipo".

Mientras que Eduardo Bandrés también incidió en que la construcción de la nueva instalación que sustituirá a La Romareda es una de las "muchas cosas en común" que unen al club que preside con el Consistorio zaragozano y "habrá más por delante" tanto por la "firme voluntad" de ayudar al Real Zaragoza como por "sacar adelante el proyecto del nuevo estadio que debe ser emblemático y un lugar donde los triunfos históricos obtenidos se puedan volver a repetir en el curso de los años".