"Llegué con más presión el año pasado", dice Federer

Nueva York (Estados Unidos).-  El número uno del mundo, el suizo Roger Federer, afronta en Nueva York la conquista de su sexto Abierto de Estados Unidos consecutivo, en un año mágico, en el que ha recuperado el número uno del mundo, ha conquistado por primera vez Roland Garros y, en lo personal, ha sido padre de dos gemelas.

Es por eso que el tenista helvético, que acumula registros históricos, acude a la presente edición del último Grand Slam del año "con menos presión" que otras veces.

"Este año ya he ganado dos Grand Slam. Wimbledon y Roland Garros. Eso me resta presión", indicó el número uno del mundo.

Federer, que alcanzó en Londres su decimoquinto 'major', que el hecho de haber cumplido objetivos "me quita la presión de tener que hacerlo bien en el Abierto de Estados Unidos, como ocurrió el pasado año, que no había ganado ningún grande", reconoció.

Federer, por entonces, había sido destronado del número uno del mundo por el español Rafael Nadal, que había triunfado en París, Londres y en los Juegos Olímpicos de Pekín. El título en Nueva York, en la final contra Andy Murray, salvó una temporada gris del helvético.

El tenista suizo formará parte de la sesión de apertura del Abierto de Estados Unidos. Se enfrentará, en primera ronda, al estadounidense Denvin Britton, un desconocido en el circuito invitado por la organización.

Federer reconoció, a dos días de su estreno, sentirse "bien, satisfecho con el juego y contento con mi tenis de ataque", admitió.

El número uno del mundo es optimista en Nueva York, donde pretende mantener la hegemonía que ha impuesto en el último lustro. "Las sensaciones son buenas. Estoy físicamente bien y muy fresco mentalmente. Eso es importante a estas alturas de la temporada, donde uno ya ha tenido un trayecto largo", añadió.

Federer, campeón de las últimas cinco finales, abrirá la sesión de nocturna del lunes (17.00 horas GMT) contra el norteamericano Devin Britton, en una jornada que también tiene prevista la puesta en escena de la campeona del torneo femenino, la estadounidense Serena Williams, que jugará contra su compatriota Alexa Glatch.