Encabo y Sánchez Vara cortan una oreja cada uno en el cierre de feria

Alcalá de Henares (Madrid).-  Los diestros Luis Miguel Encabo y Sánchez Vara cortaron una oreja cada uno en el último festejo de la feria taurina de Alcalá de Henares, mientras que Luis Francisco Esplá, sin lote propicio, se fue de vacío.

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(EFE)

El diestro Luis Miguel Encabo. EFE/Archivo

Se lidiaron toros de Baltasar Ibán, bien presentados, con cuajo y astifinas defensas, y de juego desigual. El mejor, el quinto. Fueron también buenos, segundo y sexto.

Luis Francisco Esplá: estocada casi entera (ovación tras petición); y media estocada (ovación).

Luis Miguel Encabo: bajonazo y un descabello (silencio); y pinchazo y estocada casi entera (oreja).

Sánchez Vara: pinchazo, estocada baja, nueva estocada y un descabello (silencio tras aviso); y estocada (oreja).

En la enfermería fue atendido "El Niño de Santa Rita" de "contusión en el hombro izquierdo con posible esguince capsular, varetazo en glúteo izquierdo y contusión en talón de Aquiles. Pronóstico reservado".

La plaza tuvo casi media entrada en tarde de mucho calor.

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TRIUNFOS A MEDIAS

Esplá no tuvo toros propicios para el lucimiento. Su primero, extremadamente flojo, sólo pudo torearlo con medios pases. Faena repleta de guiños al tendido, pero de poco contenido artístico. Aún así le pidieron la oreja, que el presidente le denegó. El cuarto fue más complicado, pues se quedaba muy corto y se defendía, y Esplá estuvo ahí sin más, en una faena sin relieve.

Encabo recibió a su primero con bonitas verónicas a pies juntos. En banderillas, destacó sobremanera un arriesgado par por los adentros, al límite de las tablas. El toro, uno de los mejores de la corrida, permitió al diestro hacer un toreo correcto y por abajo, en una labor que fue de más a menos. Tiró todo por la borda en la suerte suprema.

El quinto, el mejor toro del encierro, con casta y mucha "transmisión", sin embargo de salida "se coló" dos veces por el pitón derecho, y en una de ellas prendió al "Niño de Santa Rita", desarmándole y empotrándole contra las tablas, donde le dio un verdadero palizón.

Pero en la muleta fue otra cosa. Toro de largas y emocionantes embestidas, con mucho motor, pero también exigente, pues no perdonó errores. Encabo tardó en acoplarse, pasando momentos de apuro en el comienzo de su labor, viéndose en ocasiones desbordado. Pero al final acabó el torero haciéndose con la situación, y llegó a firmar buenos muletazos en el epílogo. Cortó una cariñosa oreja.

Sánchez Vara protagonizó una tarde con muchos altibajos. A su bronco primero, inició la faena con doblones por bajo de buen aire, para después instrumentar una labor correcta pero con poco ajuste y ninguna hondura por ambos pitones. Además se eternizó con los aceros.

Al sexto lo recibió con una larga cambiada en el tercio, para después firmar un tercio de banderillas, que a la postre fue lo mejor de su actuación. El toro "se dejó" lo suyo, desplazándose largo y por abajo, y esta vez anduvo Sánchez Vara más entonado. Aquí agarró una buena estocada, y paseó una oreja.