Una de cada tres víctimas mortales pereció en carreteras secundarias

Vilagarcía (Pontevedra).-  Un total de 42 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico en las carreteras gallegas, durante el mes de julio, dos más que en el mismo mes del año anterior, y una de cada tres muertes tuvo su origen en siniestros ocurridos en carreteras secundarias, según José Luis Ulla, jefe de la Guardia Civil de Tráfico.

El exceso de velocidad, no llevar el cinturón puesto y beber más de lo debido han sido las principales causas de los accidentes, lo que se repite una vez más, y genera frustración en la Guardia Civil, añadió el responsable de tráfico.

Los jóvenes han dejado de ser los más imprudentes y ahora el perfil tipo del infractor es el de un hombre que supera los cuarenta años, según las estadísticas de siniestralidad en las carreteras.

En el año 2007 perdieron la vida 66 personas, dijo el jefe de la Guardia Civil, quien añadió que de todas formas "cuarenta muertos son muchísimos, sobre todo si se repiten los mismos errores, ya que diez no llevaban el cinturón, otros bebieran en exceso y el resto murieron por no llevar una velocidad adecuada, algo en lo que incidimos durante todo el verano".

Mensualmente la Guardia Civil abre expediente sancionador a una media de 225 conductores, lo que para Ulla "es una barbaridad". Este fin de semana han sido 266 los conductores infractores de los que 41 fueron puestos a disposición judicial y "con estos elementos por la carretera aun fue una suerte que hubiera dos víctimas mortales". afirmó.

José Luis Ulla recuerda que incluso ayer fueron colocados paneles instando a los conductores a no correr, en los que se indica que "correr no vale la pena", pero muchos hicieron caso omiso y "esto crea impotencia, frustración, porque se incide siempre en los mismos errores pero hay conductores duros de mollera", manifestó.

Sobre el infractor tipo, dijo, que se ha pasado de los jóvenes a los adultos "porque ahora los jóvenes aparecen de forma aislada, pero se pasó al varón de al menos cuarenta años y con la madurez suficiente para hacer las cosas bien", indicó Ulla.

Finalmente el jefe de la Guardia Civil consideró que "la intervención de los vehículos es una asignatura pendiente, que es necesario hacer para sacar el arma a quien puede causar la muerte de otras personas", concluyó.