Soldados en la vida real y sobre un escenario

Melilla.-  Un grupo de unos 30 militares de Melilla, en su mayoría legionarios, han decidido interpretar sobre un escenario el papel que ya realizan cada día en la vida real, gracias a la obra "El Blocao de la Muerte", basada en unos hechos reales ocurridos en septiembre de 1921.

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(EFE)

Militares de la Brigada de Infantería Ligera "Galicia " (Brilat) VII que regresaron de Líbano. EFE/Archivo

El Palacio de Exposiciones y Congresos de la ciudad autónoma acoge desde ayer y hasta mañana una serie de representaciones de esta obra, escrita por el capitán Leandro Alfaya Rey y estrenada en Melilla en septiembre del año 1963.

De la mano del comandante Antonio Casaña, director escénico, este drama legionario vuelve a la escena, precisamente con motivo de la celebración del 89 aniversario de la fundación de La Legión.

En la representación participan una treintena de personas, todos ellos militares, que se han convertido en actores noveles tras apenas tres meses de ensayo, un tiempo que el director considera "récord".

En ese periodo, según explica el propio Casaña, no han descuidado ni un sólo momento sus obligaciones en cada uno de los destinos que tienen asignados, aunque han puesto mucha "ilusión" en este proyecto.

La obra está repartida en tres actos que van desde el despacho de un teniente hasta el escenario de una guerra, el denominado como "blocao de la muerte", donde perecieron todos sus defensores, entre ellos un grupo de legionarios que acudió a socorrer a otros militares que allí se encontraban en apuros.

Corría el mes de septiembre de 1921, apenas unos meses más tarde del "Desastre de Annual", por lo que las zonas próximas a Melilla estaban reforzadas con una serie de posiciones defensivas, conocidas como blocaos.

Entre ellos se encontraba el de "Dar Hamed", también conocido como "El Malo" y que, tras la tragedia que narra la obra teatral, pasó a conocerse como "El Blocao de la Muerte".

En él perecieron miembros de la Brigada Disciplinaria de Melilla, así como quince legionarios, que se ofrecieron como voluntarios para ir a reforzar a sus compañeros, aún sabiendo que iban a "una muerte segura".

Solamente se salvó un legionario y un miembro de la brigada, que fueron los que, posteriormente, dieron cuenta de la hazaña de los soldados fallecidos, entre ellos el cabo Suceso Terrero.

Según el comandante Casaña, se trata de una obra de "mucha emoción", en el que el público lo mismo puede soltar una carcajada, gracias a las ocurrencias de alguno de los personajes, que dejar escapar una lágrima, dado que, en definitiva, se trata de un drama basado en unos hechos reales.

Noelia Ramos.