Los bailarines de "Fama" se toman de nuevo las calles de Nueva York

Nueva York.-  Los bailarines de "Fama" vuelven hoy a tomarse las calles de Nueva York en la "reinvención" de la célebre cinta musical de la década de los ochenta, que ahora llega a las pantallas con el joven actor de origen mexicano Walter Pérez entre sus protagonistas y el debut de Kevin Tancharoen como director.

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(EFE)

Imagen cedida por Saeed Adyani de una escena de la película "Fama" cuyos bailarines vuelven a tomarse las calles de Nueva York en la "reinvención" de la célebre cinta musical de la década de los ochenta, que llega a las pantallas gigantes.

"Se trata de una 'reinvención' porque hemos creado nuevos papeles. Creo que la primera película hizo un trabajo magnífico incluyendo personajes presentes en la cultura de los 80 y si se reversionara no tendría por donde aguantarse", dijo a Efe el director durante una entrevista.

La nueva versión del aclamado musical mantiene el espíritu de superación y la ambición que actuaban de leitmotiv en el "Fama" del británico Alan Parker, pero deja de lado el transfondo social que reflejaba problemáticas como la droga y la pobreza.

En su lugar, el guión de Allison Burnett agrega una alta carga dramática, dirigida al público adolescente, y actualiza los ritmos ochenteros con el rap y el hip-hop.

Tras trabajar como coreógrafo de Britney Spears y Madonna, Tancharoen, de 25 años, da el salto a la dirección cinematográfica con una producción que, con un presupuesto de unos 20 millones de dólares, tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de los éxitos taquilleros de la temporada.

"Siempre quise dirigir y, de hecho, nunca quise estar en un escenario. Fue una afición por un tiempo y fue divertido, pero siempre he estado más interesado en el trabajo que se desempeña detrás de la cámara", señaló el cineasta, quien agregó que a partir de ahora le gustaría dirigir "tanto como pueda".

La cinta, que se estrena hoy en las salas estadounidenses, tiene un reparto prácticamente anónimo, que cuenta con la presencia destacada de la estadounidense Debbie Allen, quien encarnó a la exigente profesora de danza Lydia Grant en la versión de 1980.

El sabor latino lo pone el actor de origen mexicano, Walter Pérez, con su interpretación de Víctor, uno de los estudiantes con aspiraciones musicales de la prestigiosa Escuela de Artes Escénicas de Nueva York.

Como bien dicta la película, la fama requiere esfuerzo, y para dar vida a su personaje Pérez tuvo que aprender a tocar la batería, el órgano, el piano y la guitarra.

"Aprender a tocar todos esos instrumentos al mismo tiempo fue lo más duro. Tenía clase tres días a la semana para aprender de cero, pero estoy contento porque al menos ahora sé tocar un montón de instrumentos", explicó a Efe el actor, de 27 años.

Pérez, que da el salto a la gran pantalla tras varias apariciones esporádicas en series como "CSI: Miami" y "The Closer", señaló que su trayectoria es parecida a la de su personaje, ya que comenzar una carrera como actor "ha requerido mucho trabajo, dedicación, perseverancia y sacrificio, que ahora dan sus frutos con 'Fama'".

Quien parece estar viviendo una recreación exacta de su vida con este "remake" es el joven talento Asher Book, quien estudió en la célebre escuela neoyorquina que sirve de escenario para la cinta.

"Fue un tanto extraño volver a Nueva York y rodar en la azotea de mi escuela. Cuando acabamos con una escena, apareció mi profesor de música, algo un tanto extraño e incluso irónico", indicó a Efe Book.

El actor agregó que la película "se acerca muchísimo a la realidad", ya que recuerda "ver a los estudiantes calentando, bailando o recitando monólogos en los pasillos".

Book, que como Pérez tuvo que aprender a tocar el piano para interpretar a Marco, es una de las voces principales de la también renovada banda sonora de "Fama" junto a su compañera Naturi Naughton.

Sin embargo, el tema principal de la película seguirá siendo el himno de "Fama", con el que este nuevo grupo de estudiantes se lanzará a la calle para bailar sobre algo que no ha cambiado en estos casi treinta años: los capós de los emblemáticos taxis amarillos de Manhattan.