Blanco asegura que los impuestos no van a una caja B que es lo que está de moda en el PP

Madrid.-  El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha dejado claro hoy que los impuestos que recauda el Estado "no van a ninguna caja B, como está de moda en el PP" y ha defendido la decisión "valiente" de subir los impuestos con el objetivo de mantener los "gastos sociales y la inversión productiva".

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En el discurso de clausura de la Conferencia de Organizaciones Sectoriales que se ha celebrado hoy en Madrid con la asistencia de seis ministros, Blanco ha subrayado que "es el momento de los valientes y no de los cobardes" y de "hablar claro" a los ciudadanos ante la situación económica.

El 'número dos' del PSOE ha acusado al presidente del PP, Mariano Rajoy, de pretender poner al Estado "a dieta" cuando, a su juicio, es precisamente ahora cuando es necesario un "Estado fuerte" que sea capaz de redistribuir la riqueza y de apoyar a quienes lo necesitan, subiendo los impuestos a los que más tienen.

"Quiere poner el Estado a dieta, pero lo que quiere es que muestre una total desnutrición", ha denunciado Blanco, que considera que la subida de impuestos aprobada ayer por el Gobierno es una "decisión valiente", "la única", a su juicio, para que "nadie se quede atrás".

Para Blanco, si gobernara el PP, los únicos que saldrían de la crisis serían "los que la montaron" y quienes se beneficiaron de la "burbuja inmobiliaria".

"Cuando empezamos a gobernar teníamos una política aparentemente saludable pero con mucho colesterol y muy poca productividad", ha ironizado Blanco que ha asegurado que Rajoy es el único político mundial que aboga por una reducción del gasto público en un entorno de recesión económica.

Blanco también aprovechaba para enviar un mensaje a los empresarios a los que emplazaba a decir en público lo que dicen "en privado" y en "voz baja" en sus despachos, cuando reclaman más inversión pública para salir de la crisis.

En esta misma línea, la secretaría de Organización del PSOE, Leire Pajín, ha emplazado a los militantes y simpatizantes socialistas a no "acobardarse" ante "los tiempos difíciles" y a "salir a la calle", "con la cabeza bien alta" para defender la razones para la subida de impuestos.

Para Pajín, hay que "combatir la incoherencia" del PP que aboga por bajar impuestos pero después "fríen a impuestos" a los ciudadanos allá donde gobiernan, como en Madrid o Valencia, o reclaman austeridad en el gasto público pero después "se endeudan hasta la cejas".

"Hay que combatir la incoherencia de un partido que le importa bien poco si salimos de esta crisis porque lo único que le importa es desgastar al Gobierno", ha insistido.

Las últimas revelaciones sobre el caso "Gürtel" también han estado presente en los discursos de los responsables socialistas.

José Blanco ha acusado a Rajoy de esconderse "bajo el ala de la gaviota" para no dar explicaciones de las tramas que "enfangan" el PP "de norte a sur y de este a oeste" y le ha emplazado a "poner la mano en el fuego" por aquellos que "amparan la financiación irregular" de su partido.

"Los impuestos no van a ninguna caja B, que es lo que está de moda en el PP", ha alertado Blanco, mientras Pajín ha recordado al PP que "ellos no pueden decir que no han metido la mano en la caja".

Blanco y Pajín han defendido también la reforma de la Ley del Aborto aprobada ayer por el Consejo de Ministros y han arremetido contra la "hipocresía" del PP al criticar una norma que no cuestionaron en sus ocho años de mandato.

El vicesecretario general socialista ha recordado que la posibilidad de que una joven de 16 años pudiera abortar sin consentimiento paterno ya estaba contemplada en la anterior ley hasta el año 2002, pero el PP modificó este punto "por la puerta de atrás".

Blanco ha criticado además que el PP vaya a manifestarse de nuevo en la calle en protesta por esta reforma de la Ley de Aborto "del lado de los curas que tanto les gustan".

Por su parte, Pajín ha subrayado que la reforma se basa en la "prevención" y que tiene como principal objetivo que ninguna mujer tenga que "pagar penalmente" por interrumpir su embarazo.