Habla desde la cárcel el español detenido en Honduras: "Yo venía a casarme"

TEGUCIGALPA (HONDURAS).-  Cientos de mujeres se agolpan a la entrada de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto de Tegucigalpa. Son las nueve de la mañana y esperan su turno para ser registradas y entrar en la prisión a ver a sus esposos. Llegan a la cárcel gris hormigón, conocida popularmente como 'Támara', desde el centro urbano en viejos autobuses amarillos. La seguridad no es muy exhaustiva. El visitante puede caminar libremente entre las calles que separan los diferentes módulos que componen el presidio. En un punto, un guardia te pide como único requisito para acceder que apuntes en un papel tu nombre y el número de pase que previamente te han entregado a la entrada.

Con paso rápido, Antonio Porta, chipionero de 41 años, sale de los primeros por la puerta. Desembarcó el pasado mes en Honduras para conocer a su futura esposa, con quien contactó por internet, y ha terminado en la cárcel acusado de ser el cabecilla de un grupo que causó "daños y perjuicios" a un coche patrulla. Le detuvieron el 22 de septiembre y aún no sabe qué va ser de él los próximos días. Según la legislacion hondureña, podría pasarse encerrado de cinco a diez años por sedición y de tres a seis años por daños agravados.

Tiene la mirada perdida y parece que la situación le sobrepasa de tal manera que habla por inercia. Se sienta en una de las sillas de plástico remendadas con alambres en una esquina del patio del módulo 'Diagnóstico', supuestamente el que alberga a los presidiarios menos peligrosos. Detrás de él, otro recluso pone en marcha una freidora y un hornillo. Dentro del penal, en los negocios administrados por los presos, se puede comprar comida, tabaco o golosinas. Comienza a contestar un poco acelerado a las preguntas. No se extiende demasiado:

¿Qué es eso de que te venías a casar?

Tenía una amiga de Honduras en España y hace tiempo me dijo que me iba a presentar a alguien. Ese alguien se llamaba María Antolina y hemos estado un año hablando por internet. Vine a conocerla en persona. Vine a que viera quién soy. El plan era casarnos aquí e irnos a España de luna de miel.

¿Te esperabas encontrar esta situación cuando decidiste venir?

No, cuando compré el pasaje en junio todo estaba tranquilo.

Centrándonos en el día en que te detuvieron, ¿qué fue lo que pasó?

Me levanté el día 22 y bajé a desayunar, pero ese día no había desayuno. Los cocineros no habían llegado al hotel por el toque de queda. Llamé a Maria Antolina, se lo comenté y me dijo que la esperara en el hotel, que me iría a buscar y después iríamos a su casa a pasar el día.

Te fue a buscar y...

Nos dirijimos a su casa. Por el camino buscamos algo abierto donde comprar pan y fruta para comer. Pero al llegar al estadio nacional fuimos detenidos.

¿Sabíais que estabáis en toque de queda?

Yo sabía que era toque de queda pero había mucha gente por la calle y no pasaba nada. ¿Dónde iba a comer? En el hotel no me daban nada. Tenía que salir a buscar algo.

Te detienen y te traen a la 'Támara'. ¿Cómo es la cárcel en Honduras?

Uf... yo no me esparaba esto

¿Cuántos estáis en la celda?

En la celda no: duermo en el pasillo, en el suelo.

¿Y cuántos estáis así, en el pasillo?

Allí no caben más.

De comer

Arroz con frijoles

¿Todos los días?

Todos los días, arroz con frijoles. Nada más. Nada para beber. Arroz con frijoles. No lo había comido nunca.

¿Te has sentido desamparado en algun momento?

Pensé que me iba a ver solo pero no ha sido así. Está mi novia, está el consulado...

Y el consulado ¿cómo se está portando?

Muy bien, muy bien. Ellos fueron al hotel y recogieron mi ropa, mi pasaporte, todo. Ellos le dieron las cosas a mi novia y ella me las trajo. Me han dicho que me van a traer un colchón para que no duerma en el suelo.

Y tu familia ¿va a venir?

El alcalde de mi pueblo quería pagar el pasaje a mi madre para que viniera a verme, pero yo le dije que no. No quiero que vea esto porque se va a poner mala. Las cárceles en España son diferentes. Prefiero que no venga mi familia.

¿Estás preocupado por la situación?

Yo estaba muy preocupado por mi novia. Pero salió ayer en libertad y ya estoy más tranquilo.

¿Y por ti?

Por mí me da igual, yo estoy bien.

Puede que uno sienta que la situación no va con él cuando es extranjero...

Yo soy español, no tengo nada que ver con Honduras. Ni siquiera conozco la política de aquí. No conozco ni a Zelaya ni a Micheletti. Yo no he hecho nada. Yo no andaba en la resistencia. Me acusan de que tiré piedras a un coche y le quebré el cristal. Me acusan también de ser jefe de la banda.

¿Jefe? Llegar y besar el santo

(Acierta a sonreir) ¡Llevaba cuatro días en Honduras, y me acusan de ser jefe de una banda! Vine a casarme a Honduras, a conocer a mi novia en persona y a casarme con ella. Traía preparados los papeles.

¿Por qué crees que estás metido en este lío?

He llegado a pensar que como España le negó el visado a todos los golpistas, la jueza está tomando represalias.

Te sientes un cabeza de turco...

Parece ya algo personal.

¿Habéis pensado alguna alternativa para no tener que estar aquí encerrado?

Mi abogado intentó que quedara libre y tener que ir al juzgado a firmar, pero tenía riesgo de fuga. Decían que me podía fugar.

Y en cuanto salgas de aquí te casarás o saldrás corriendo

No, no. Yo no me voy. Vine a casarme y me voy a ir cuando me case.

¿Regresarás a España?

Allí tenemos mejor vida que aquí. Quiero llevármela a España. Y si tenemos hijos, mucha mejor vida para ellos.

¿Estás manteniendo contacto con tu familia?

Hay un español, el padre Peter, que me esta ayudando. Tiene un teléfono móvil que puede pasarme. Le meto crédito y hablo con mi madre.

Aprovecha un instante de silencio para finalizar con optimismo la entrevista: "Creo que todo me va a salir bien". Apenas son las diez de la mañana cuando nos despedimos. Los presos se acercan a los visitantes a pedir que dejen unos lempiras, la moneda hondureña, para un refresco. En la garita, el guarda que nos pidió apuntar el nombre en un papel pasa lista a la salida.