Ex presidente de MSF llama a la acción individual para combatir la injusticia

Madrid.-  El ex presidente de Médicos sin Fronteras (MSF) James Orbinski ha apelado hoy a la responsabilidad individual y a la disposición a pasar a la acción como "la fuerza más importante para cambiar el mundo" y lograr una sociedad más justa.

ampliar foto

(EFE)

El doctor James Orbinski, ex presidente de Médicos sin Fronteras y máximo responsable de esta organización cuando recibió el Nobel de la Paz hace diez años, en la presentación hoy en Madrid de "Cuidar el mundo persona a persona".

"El catalizador de cualquier cambio es la voluntad de compromiso de personas que están dispuestas a pasar a la acción por lograr unos fines que pueden parecer imposibles, pero que son justos y necesarios", ha explicado este médico británico curtido en misiones humanitarias en Ruanda, Somalia, Zaire (hoy Congo) y Afganistán.

Orbinski se encuentra en Madrid para promocionar su libro "Cuidar el mundo persona a persona", un relato de su experiencia personal como médico en zonas en conflicto que resulta ser una "brutal radiografía" de la inmensa crueldad y la enorme generosidad de que es capaz el ser humano.

"Si algo he aprendido es que el ser humano es capaz de la crueldad más extrema y racional, pero también de la más increíble generosidad y valor" ha asegurado Orbinsky, quien tras salir de Ruanda comentó que "los animales nunca serían capaces de algo así; los animales pueden ser brutales, pero solo el ser humano es capaz de actuar con crueldad racional".

El libro describe su paso por algunos de los principales escenarios de guerra y devastación de las últimas décadas, y narra su compromiso humanitario y político que le lleva a luchar por conseguir que el mundo no ignore el genocidio de Ruanda, o que se autorice el reparto de medicamentos para luchar contra el SIDA en África.

"Hay muchísimo sufrimiento humano que puede ser aliviado si cada uno en la medida de sus posibilidades decidimos reaccionar para cambiar las cosas aunque parezca imposible", ha insistido.

Británico de nacimiento pero establecido en Canadá, el doctor Obrinski, de 47 años, fue el presidente de Médicos sin Fronteras desde 1998 hasta 2001 y el encargado de recoger el Premio Nobel de la Paz que la organización recibió en 1999.

Tras dejar la presidencia de MSF, Obrinski fundó la organización Medicamentos para Enfermedades Olvidadas dedicada a la investigación de enfermedades de países en desarrollo que las compañías farmacéuticas no consideran rentable, y la organización Dignitas International, centrada en el modelo comunitario de tratamiento, atención y prevención del SIDA.

Además de ejercer como profesor en la Universidad de Toronto, Orbinski recorre el mundo como conferenciante defendiendo que "la ayuda humanitaria no está separada de la política, sino vinculada a ella, y es una forma de combatir decisiones políticas que, con demasiada frecuencia matan o permiten que otros mueran".

Es por ello por lo que cada persona individual debe comprometerse con lograr el cambio, argumenta el mismo día en que se ha conocido que uno de los "cerebros" de la matanza de Ruanda -Idelphonse Nizeyimana- ha sido detenido por la Interpol y enviado al Tribunal Internacional que juzga el genocidio.

"La idea de que un día existiría un Tribunal Penal Internacional capacitado para juzgar estos casos era inimaginable, y si hoy existe no es por arte de magia, es que miles de personas se comprometieron y exigieron a sus gobernantes hasta conseguirlo", dice Orbinski.

"No es perfecto, el tribunal no es ni mucho menos perfecto, y aún quedan otros 11'cerebros de Ruanda' sueltos, pero ahí estamos. Los cambios son lentos, pero mejor lento que nada".