Ciencia no reducirá en 2010 el dinero que destina a los proyectos de I+D

Santander.-  Las ayudas para proyectos de I+D que convoca anualmente el Ministerio de Ciencia y Tecnología no se reducirán en 2010, pese al descenso que ha experimentado el presupuesto de este departamento.

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(EFE)

Así lo ha asegurado el director general de investigación y gestión del Plan Nacional de I+D+i, José Manuel Fernández de Labastida, durante las XVII Jornadas sobre Investigación de las Universidades Españolas que hoy han comenzado en Santander y en las que también ha participado el secretario de Estado de Universidades, Márius Rubiralta (en la imagen). EFE/Archivo

Así lo ha asegurado el director general de investigación y gestión del Plan Nacional de I+D+i, José Manuel Fernández de Labastida, durante las XVII Jornadas sobre Investigación de las Universidades Españolas que hoy han comenzado en Santander y en las que también ha participado el secretario de Estado de Universidades, Márius Rubiralta.

A falta de cerrar algunas convocatorias, se prevé que este ejercicio concluya con el reparto de unos 430 millones de euros para proyectos de I+D y, según Fernández de Labastida, en 2010 se mantendrá "el mismo nivel de financiación".

Las ayudas para estos proyectos, ha explicado, no descenderán gracias a las "inyección" de fondos del Plan E, del que procedían 100 de los 430 millones invertidos en 2009.

Los fondos del Plan E son plurianuales y la Secretaría de Estado de Investigación ha decidido acogerse a la posibilidad que ofrecen de variar los porcentajes que se conceden cada año.

El problema es que esa decisión podría colocarla "en una situación difícil" cuando tenga que planificar sus cuentas para 2011, pero confía en que para entonces la situación económica habrá mejorado.

"Tenemos cierta hipoteca de futuro, pero trabajamos con la idea de que 2011 será mejor a efectos presupuestarios", ha dicho este responsable del Plan Nacional de I+D+i en el encuentro organizado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).

Las ayudas para estos proyectos de I+D son convocadas por la Secretaría de Estado de Investigación, de la que también dependen otras convocatorias como las de movilidad y formación del personal investigador y las destinadas a la internacionalización.

La otra pata del Ministerio de Ciencia y Tecnología, que es la Secretaría General de Innovación, "aún no ha tomado sus decisiones" ante la reducción del presupuesto de este departamento, ha apuntado Fernández de Labastida.

La inversión en I+D representó en 2007 el 1,27 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y aunque el dato de 2008 aún no se conoce, el director general espera que ese porcentaje suba hasta el 1,3, aunque ha apuntado que hay que tener en cuenta que el PIB ha bajado.

Antes de la intervención de Fernández de Labastida, el presidente de la CRUE, Federico Gutiérrez Solana, ha dicho a los periodistas que los rectores ya le han trasladado a la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, la necesidad de que no se de "un paso atrás" en la financiación de la I+D+i.

"No creo que sea bueno que haya un solo euro menos que en los presupuestos del año anterior y es importante que la sociedad entienda que esta es su principal inversión", ha subrayado el también rector de la Universidad de Cantabria, quien confía en que en la tramitación parlamentaria de los presupuestos se impida que que se dé ese "paso atrás en la carrera que tenemos hacia el futuro".

La Universidad de Cantabria, anfitriona de esta reunión sectorial de la CRUE, lidera uno de los proyectos que aspiran a convertirse en Campus de Excelencia Internacional, cuya creación esta impulsando ahora España a partir de las experiencias de otros países europeos como Francia, Alemania y Reino Unido.

A esa iniciativa ha dedicado su intervención el secretario de Estado de Universidades, quien ha destacado que la clave en este proceso, que ahora está en su fase inicial, es el establecimiento de alianzas estratégicas ligadas a la investigación y el desarrollo.

Se trata de crear un nuevo marco, ha explicado, en el que la universidad y las instituciones locales y regionales sumen sus esfuerzos para crear campus de excelencia, en los que la dimensión internacional es trascendental.

Según Rubiralta, la internacionalización es ahora mismo el peor de los indicadores de la universidad española, que tiene entre sus grandes retos la captación y la incorporación de profesores y estudiantes extranjeros.