Caja Rural de Toledo obtendrá hasta un 35 por ciento menos de beneficios en 2009

Toledo.-  Caja Rural de Toledo obtendrá en 2009 unos beneficios brutos de hasta un 35% menos con relación a 2008 cuando ganó 40,9 millones de euros, y la entidad lo justifica diciendo que prefiere "exceso de liquidez" antes que "resultados bellos".

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(EFE)

El director general de Caja Rural de Toledo, Rafael Martín Molero.

El director general de la Caja, Rafael Martín Molero, explica, en una entrevista con la Agencia Efe, que como cooperativa de crédito, los beneficios "nunca han sido el Santa Sanctorum" de la entidad, ya que "preferimos dotaciones específicas, genéricas y de todo tipo".

"Preferimos ser una entidad solvente, segura, con excesos de recursos propios, con exceso de liquidez, antes que aparecer bellos a final de ejercicio con resultados espectaculares. Nunca lo hemos hecho y desde luego bajo mi gerencia nunca lo vamos a hacer", dice.

Así, explica que el resultado de la Caja en 2009 "va a ser un 30, un 25, un 35 (por ciento) menos", lo cual "no es nada extraño" a la vista de la actual situación financiera global.

En los primeros nueve meses del actual ejercicio, Caja Rural de Toledo ha arrojado unos beneficios brutos de 18,4 millones de euros y ha mantenido a raya la ratio de morosidad en el 2,06%, lejos de la media nacional, que llega al 5 por ciento.

"Siempre nos hemos pasado de prudentes y eso, para una entidad de nuestro tamaño, entiendo que es una buena noticia" porque "no hemos hecho locuras" y "como vulgarmente decimos en esta casa, tenemos los cajones llenos para prevenir morosidades", afirma.

Martín Molero expresa, además, su preocupación de cara al 2010 y reclama una mayor implicación y riesgo de las entidades financieras para dar liquidez "cuanto antes" a las empresas y así "tratar de enjugar esa brutalidad de desempleo que tenemos en estos momentos y que lastra todo lo demás".

La normativa financiera para "algunos cabezas cuadradas como nosotros sobre fiabilidad, viabilidad y garantías, condicionan mucho esa liquidez, pero pese a ello las entidades financieras tienen que correr riesgos para financiar a las empresas", concluye.

La entidad, que cuenta con unos activos de 3.002 millones de euros y gestiona recursos de clientes de más de 2.663 millones de euros, ha inyectado más de 270 millones de euros a sus socios y clientes en lo que va de año en 5.000 operaciones de crédito.

El director general de la Caja Rural toledana dice también que "a mi no me gusta el 2010 por lo que veo por los cálculos que estamos haciendo" y "ojalá nos equivoquemos por una vez en 16 años", pero al sector primario de las provincias de Toledo y Guadalajara "no se le ve excesivamente optimista por decir una palabra suave", señala.

Tampoco ve Martín Molero brotes verdes en la economía, pero reconoce que aunque no observa una mejora en la posiblemente "lenta" recuperación económica "tampoco observo un empeoramiento".

"Hemos practicado la fábula de la cigarra y la hormiga y hemos intentado ser en todos los periodos la hormiga que guarda" y "tener más dotaciones y más cajoncitos llenos por ahí" porque "entendemos que el ciclo bajista todavía no ha terminado", reflexiona.

Martín Molero, que en otro tiempo era el "campeón" en ganar tamaño por la vía de las fusiones, como él mismo afirma, ahora es el paradigma de la prudencia al respecto a la vista de lo ocurrido con "grandes monstruos" de la economía como Lehman Brothers.

"Siempre estamos intentando servir a los que debemos servir", es decir las pymes, las cooperativas agrarias y el pequeño comercio, e insiste una y otra vez en que "tenemos mucha liquidez" porque "siempre nos ha preocupado no tener ese recurso", afirma.

"Como entidad pequeña, el ir a otros mercados a conseguir esa liquidez nos hubiera supuesto problemas; por lo tanto, ahí tenemos una relación entre activo y pasivo siempre muy pareja para poder tener liquidez y atender a nuestra gente", explica.

Esto se traduce en una política de "crecimiento sostenido en una progresión ascendente, pero suave, sin dientes de sierra", que es la que ha aplicado Martín Molero, señala, en los dieciséis años que lleva en la Caja Rural toledana.

No obstante, reconoce que tentaciones de grandes inversiones "todo el mundo las tiene" y la Caja las ha hecho, pero "siempre pensando en la seguridad, no en la rentabilidad".

En ese sentido, asegura que "somos unos obsesos de cumplir la normativa" dictada por el Banco de España que "para nosotros es una ley divina" a la hora de limitar los porcentajes en determinadas inversiones.