Brotes verdes en el acero

Arcelor-Mittal ha hecho oficial la noticia de la reapertura en septiembre del alto horno de Veriña (Gijón) que había sido cerrado en mayo.

¿Han llegado por fin los brotes verdes anunciados por el Gobierno?

Los empleados de Arcelor-Mittal se habían acostumbrado a enterarse a través de la prensa de las decisiones tomadas por la Dirección de la empresa, antes que éstas les fueran notificadas de manera oficial por los órganos de comunicación competentes para cada caso.

Sin embargo, durante estas últimas semanas, y antes de que el rumor comenzara a inundar las páginas de los periódicos regionales, por los pasillos de la sede asturiana del gigante mundial del acero, una noticia de esperanza se propagaba de boca en boca entre los empleados: había serias opciones para la reapertura del horno alto «B» que Arcelor-Mittal tiene en Veriña (Gijón) que permanecía cerrado desde el pasado mes de mayo.

Por supuesto ha sido anunciar esta buena noticia Lakshmi Mittal, propietario de Arcelor-Mittal, y sucederse las declaraciones celebrando esta medida. De este modo, el presidente del Principado de Asturias, el socialista Vicente Álvarez Areces, agradeció de forma inmediata al magnate indio su "compromiso con Asturias" aprovechando además la ocasión para colgarse alguna que otra medalla al afirmar que "las conversaciones del Gobierno con los altos directivos de la empresa han sido especialmente intensas en las últimas semanas” para finalizar añadiendo que “se trata, sin duda, de una gran noticia para Asturias".

Tampoco han faltado las reacciones por parte de los sindicatos. El secretario general de la Federación de Industria de CCOO de Asturias, Maximino García, calificó de "revulsivo" para toda Asturias la reapertura del alto horno, “no sólo para la siderurgia”. No le falta razón: fuentes de la compañía han afirmado que "no cabe duda que una vez reabierto el horno alto B de Veriña, el impacto del ERE en las instalaciones asturianas será mucho menor". Y conviene recordar que de lo que sucede en Arcelor-Mittal, primera empresa por facturación y volumen de empleados en la región, dependen otras muchas pequeñas y medianas empresas. Por lo que además de verse beneficiados unos 7.000 trabajadores de forma directa por la reapertura, 2.500 más pertenecientes a las empresas auxiliares, otros muchos trabajadores de empresas del sector y relacionadas con éste, verán aliviada también su situación laboral.

Podríamos discutir sobre qué motivos han sido los que han llevado a Arcelor-Mittal a escoger el horno de Veriña frente a otros que seguirán parados. Algunos dirán que sencillamente se trata un tema de costes. Yo prefiero apuntar a la rentabilidad constatada de las instalaciones asturianas, mérito sin lugar a dudas de unos trabajadores que han sabido estar a las duras y las maduras, poniendo todo su empeño y conocimiento a favor de la empresa, cuando las noticias que le llegaban a través de la prensa no eran nada halagüeñas, e incluso cuando éstas luego se hacían oficiales. Otros se hubieran dado por vencidos, ellos no. Por fin reciben su primera recompensa en mucho tiempo. Esperemos no sea la última.