El Rey de España considera la democracia y la equidad esenciales en la cohesión social

Santiago de Chile.-  El Rey de España recordó esta noche a los representantes de los 22 países que asisten a la XVII Cumbre Iberoamericana, que "la democracia y el crecimiento con equidad son elementos esencial para conseguir la cohesión social", que centra los debates de esta reunión.

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(EFE)

El Rey de España, Juan Carlos (d), conversa con el presidente de Ecuador, Rafael Correa (i), hoy durante una reunión bilateral en el centro de convenciones Espacio Riesco antes del inicio de la primera jornada de debates sobre la "cohesión social", en el marco de la XVII Cumbre Iberoamericana.

Don Juan Carlos se expresó así en los brindis de la cena que la presidenta de Chile y anfitriona de la Cumbre, Michelle Bachelet, ofreció esta noche a los jefes de Estado y de Gobierno que asisten a este encuentro.

El Rey aseguró que la voluntad de la comunidad iberoamericana es firme por lo que respalda el "anhelo compartido por acabar con la desigualdad" y que en su búsqueda "el diálogo y la concertación han sido siempre aliados para lograr el mayor progreso de nuestros ciudadanos".

Después de resaltar que el tema de esa XVII edición de la Cumbre es "un desafío de primera magnitud" para Iberoamérica", subrayó que "nunca hasta ahora nuestra comunidad había podido trabajar de manera tan coordinada y ambiciosa", al tiempo que argumentó que "la cohesión social constituye un elemento fundamental para confrontar el sentido de pertenencia a nuestras sociedades respectivas".

Don Juan Carlos manifestó que en esta Cumbre se han puesto en común ideas para caminar hacia esa cohesión social y pidió que se avance progresivamente para que los "ciudadanos se sientan cada vez más comprometidos con esta comunidad".

Porque, según el Monarca, desde el principio supieron que Iberoamérica podría "convertirse en Comunidad articulada si, además de un lugar propicio para el encuentro y un espacio privilegiado para la concertación política, era capaz de pensar en conjunto, de crear un ámbito propio de cooperación".

Y hoy, prosiguió, la comunidad iberoamericana se precia "de su capacidad de respetar e incorporar su diversidad como un signo de identidad".

El Rey de España comenzó la segunda jornada de esta Cumbre, acompañado del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con el tradicional desayuno con los presidentes centroamericanos.

Después llegó el encuentro con la presidenta electa de Argentina, Cristina Fernández Kirchner, en el que, según fuentes gubernamentales españolas, surgió el conflicto que desde hace tres años enfrenta a ese país con su vecino Uruguay que ayer, y en plena Cumbre, optó por poner en marcha la fábrica.

El Rey también se reunió hoy en Santiago con el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, sin que fuentes españolas hayan querido comentar lo tratado por considerar que el haber aceptado el papel de mediadores no significa que haya que presionar a las partes en ningún sentido.

España aceptó, hace un año en la Cumbre de Montevideo, el papel de "facilitador" en esa crisis, pero los buenos oficios ejercidos por la diplomacia española no han posibilitado que se desbloquee el contencioso.

Hoy los jefes de Estado y de Gobierno han vivido momentos de distensión, como cuando han acudido al Parque Iberoamericano para para plantar árboles nativos chilenos.

Los mandatarios, acompañados por estudiantes del liceo "Gabriela Mistral", de la localidad de Calera de Tango -a 40 kilómetros al suroeste de Santiago- plantaron los árboles en un punto preestablecido para cada uno de ellos.

Allí tanto el Rey de España como el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, han cogido sus respectivas palas para cavar la tierra y cumplir con su cometido: plantar un árbol de tamaño medio que simbolizará el crecimiento de una comunidad, la iberoamericana, unida.

La plantación tuvo lugar después de que los asistentes a la Cumbre posaran para la foto oficial de la cita, en el Torreón del mismo Parque Metropolitano.