Chávez, un peculiar discurso en la cumbre

Santiago de Chile.-  El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, abogó hoy en la Cumbre Iberoamericana por la unión más allá de las diferencias, pero lo hizo en un peculiar discurso, con calificaciones infrecuentes en esos foros y coloridos comentarios.

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(EFE)

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, planta un árbol hoy durante la inauguración del "Parque Iberoamericano", en el Cerro San Cristóbal de Santiago, en el marco de la Cumbre Iberoamericana de mandatarios.

Conocido por un lenguaje a veces polémico, Chávez se lanzó en el cónclave de Santiago de Chile a llamar "fascista" -tres veces- al ex presidente del Gobierno español, José María Aznar, y a decir que la patronal española apoyó el golpe que le derrocó 48 horas en 2002.

No es la primera vez que el presidente venezolano, que acusa a Aznar de participar en lo que llama "conspiración" de Washington en su contra, utiliza este calificativo para hablar del ex jefe del Ejecutivo español.

En esta ocasión, lo ha hecho en la sesión plenaria de la cumbre, en presencia del Rey de España, del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y de la veintena de mandatarios iberoamericanos que participan en la cita de Santiago.

Unas horas después, el ministro español de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, mantuvo una entrevista con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, para trasladarle el malestar español ante las palabras del mandatario.

En su intervención, que limitó a menos de media hora, Chávez tuvo también algunos comentarios y apelativos para los líderes allí presentes, entre ellos para Enrique Iglesias, ex director del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y actualmente Secretario General Iberoamericano, al que llamó "virrey".

También se dirigió al que en numerosos discursos ha llamado su "amigo" Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, del que dijo "ahora que es rico" en alusión al descubrimiento de reservas petroleras en ese país que pueden ser cuantiosas.

A otro de sus considerados aliados en el tablero latinoamericano, Néstor Kirchner, que en unos días entregará la presidencia de Argentina a su esposa, Cristina Fernández, le recomendó, entre risas, no entrar en ese "club" de ex presidentes que, en su opinión, no hacen más que criticarle.

Y volvió a generar risas en el foro cuando contó cómo, dentro de los acuerdos comerciales sellados entre Venezuela y Argentina, así como Uruguay, han llegado al país caribeño unas vacas "preñadas, muy preñaditas".

Horas antes de esta intervención, Hugo Chávez, con 24 horas de retraso sobre un primer horario dado por los organizadores de la cita, llegó a Santiago de Chile preguntando por el presidente de Cuba, Fidel Castro.

"¿Ya llegó Fidel?", dijo Chávez, nada más aterrizar su avión en la capital chilena. Una pregunta poco habitual ya que el presidente venezolano suele más bien lanzar un "How are you, Fidel?", cuando se refiere al líder cubano que convalece desde el verano del pasado año de una enfermedad intestinal.

El mandatario venezolano se mostró de buen humor y animado a su llegada. Hasta se puso a interpretar unas estrofas de la canción mexicana "No soy monedita de oro".

"No soy monedita de oro/pa'caerles bien a todos/así nací y así soy/si no me quieren, ni modo", cantó, como respuesta a quienes protestan en Chile por su visita.

Más tarde, antes de trasladarse al Centro de Convenciones Espacio Riesco, donde se celebra la cumbre, Chávez salió del hotel donde se hospeda en la capital chilena sin hacer declaraciones a la prensa -"llegamos tarde", comentó un acompañante-, aunque sí saludó lanzando besos a los periodistas que le esperaban.