Ambientalista puertorriqueño se entrega después de una espectacular fuga

San Juan.-  El ambientalista Alberto de Jesús, quien burló anoche un amplio operativo policial cuando iba a ser detenido en la grúa donde se encontraba subido desde hace una semana realizando una protesta, se entregó hoy a las autoridades después de ofrecer una conferencia de prensa.

ampliar foto

(EFE)

El activista, conocido como "Tito Kayak", evadió el dispositivo de seguridad y descendó por una cuerda hasta el agua de la laguna de Condado, donde de subió a un kayak rojo y se confundió con otros ambientalistas en el mar.

El activista, conocido como "Tito Kayak", evadió el dispositivo de seguridad en el que participó un centenar de policías, un helicóptero y varias lanchas, descendiendo por una cuerda hasta el agua de la laguna de Condado, en San Juan, donde de subió a un kayak rojo y se confundió con otros ambientalistas en el mar.

De Jesús se tiró al agua de nuevo y llegó nadando a la orilla, donde se cambió de ropa mientras que otro ambientalista ataviado como si fuera él apareció remando el mismo kayak rojo por otro lado, despistando a los policías.

En tierra, una bicicleta le estaba esperando y pedaleando se perdió de vista.

"Voy a dar cara a la justicia ahora", dijo hoy De Jesús antes de entregarse en el Ateneo Puertorriqueño, donde había sido convocada una conferencia para anunciar las resoluciones del llamado "tribunal del pueblo" que diferentes organizaciones constituyeron el pasado agosto para investigar el proyecto hotelero Paseo Caribe.

El ambientalista sostuvo que "si ayer no me entregué", después de que un juez de San Juan hubiera ordenado su arresto, no fue por estar "rehuyendo" a la Justicia, sino porque temía la manera en la que iba a ser arrestado por la Policía, que "hace uso excesivo de la fuerza".

De Jesús se había subido a la grúa del proyecto hotelero el agosto pasado para pedir la demolición de lo construido hasta ahora del proyecto hotelero Paseo Caribe, que impide el acceso público al fortín de San Jerónimo del Boquerón, estructura de gran valor histórico.

En aquella ocasión bajó de la grúa cuando se constituyó un "tribunal del pueblo" a los pies de la torre con la participación de cientos de ciudadanos "preocupados e indignados por lo que consideran la violación y usurpación de bienes de dominio público y el atropello y daño al patrimonio histórico y cultural".

Integrado por profesores universitarios, arqueólogos, arquitectos y ambientalistas, el tribunal popular revisó documentos y declaraciones de las investigaciones llevadas a cabo durante este año por el Senado de Puerto Rico, universidades y el Colegio de Abogados puertorriqueño y celebró sus propias audiencias.

Principalmente, se estudió la titularidad original de los terrenos donde se construye Paseo Caribe y la concesión de los permisos, sobre la que ha pesado en todo momento acusaciones de corrupción.

En las conclusiones del tribunal popular hechas públicas hoy se establece, entre otras cosas, que "los terrenos donde se desarrollan los edificios conocidos popularmente como Proyecto Paseo Caribe, cinco en total, son de dominio público por su origen, naturaleza y trayectoria".

Además, se considera que también son públicos varios espacios, como el estacionamiento o las piscinas, del vecino hotel Caribe Hilton, a quien el gobierno de Puerto Rico había cedido la conservación del fortín a mediados del siglo pasado, concesión que se considera ahora "nula desde su origen".

Por ello, el tribunal popular sostiene que "el Estado debe requerir la demolición de toda estructura que afecte directamente el área de deslinde", incluyendo el proyecto Paseo Caribe y las piscinas del hotel, "lo contrario sería evidencia clara de doble vara y aplicación caprichosa del régimen de ley".