Los peritos confirman que el cuerpo de Águeda tenía sólo sangre del acusado pero no semen

Santiago de Compostela.-  Los peritos que declararon hoy en el juicio contra Francisco Javier R.B. de 31 años acusado de asesinar a Águeda G. de 21 años, confirmaron que en el cadáver de la joven sólo se encontró sangre suya y de su presunto asesinato pero no esperma.

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(EFE)

Javier R. B., de 30 años, al inicio del juicio con jurado popular que se sigue desde hoy contra él por el presunto crimen de la joven Águeda G.P.

En la segunda jornada de la vista oral que se esta celebrando en la sección quinta de la Audiencia Provincial con sede en Vigo, los peritos afirmaron que esa sangre de Francisco Javier se encontró en la uñas de Águeda lo que demuestra que la joven se defendió durante la agresión, tal y como recoge el escrito de calificación de Ministerio Fiscal.

A parte de varios peritos hoy también declararon 11 guardias civiles que investigaron el caso. Uno de ellos explicó que al acusado se le cito en la Guardia Civil en calidad de testigo por ser el último que habló por teléfono con Águeda el día de autos, 11 de enero de 2006, y que al ser interrogado porque sus manifestaciones eran inverosímiles finalmente "se derrumbó y se echó a llorar".

En ese momento, según varios guardias civiles, cuando el acusado pidió seguir declarando con un abogado y ya en calidad de detenido.

En presencia de su abogado Francisco Javier confesó que había matado a Águeda y que fue él mismo quien les confeccionó un croquis del lugar exacto donde estaba el cadáver de la joven, en un monte del municipio pontevedrés de Baiona denominado Chan da Lagoa.

Todos los agentes afirmaron que sin las indicaciones del acusado hubiera sido complicado encontrar ese lugar, por el difícil acceso a la cueva con piedras donde se halló a la fallecida.

Los agentes revelaron que el acusado se mostró arrepentido de los hechos e incluso dijo que él no quería regresar al lugar de los hechos sólo dibujarles el plano con las indicaciones.

Durante las indicaciones de donde reposaba el cadáver de Águeda y la reconstrucción de los hechos el acusado, según los agentes se mostró tranquilo.

Asimismo la Guardia Civil aseguró que las piedras que supuestamente colocó el acusado sobre el cuerpo de Águeda para ocultarlo las pudo poner él solo sin ayuda de nadie, ya que durante la reconstrucción de los hechos así lo hizo.

La acusación defiende que Francisco Javier no pudo cometer el crimen solo y uno de sus argumentos es que esas piedras pesan unos 60 kilos.

Otra de las declaraciones relevantes de esta mañana fue la de un agente que confirmó, al igual que una testigo de ayer, que una de las amigas de Patricia, la hermana del imputado también fue acosada por él unos años antes.