El acusado del crimen de Águeda dice que está arrepentido y que no quiso matarla

Vigo.-  Francisco Javier R.B., de 31 años, acusado de matar a Agueda G., de 21 años, en un monte del municipio pontevedrés de Baiona, se mostró hoy "arrepentido" y aseguró que su intención el día del crimen no era matar a la joven.

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(EFE)

El acusado, durante la primera sesión del jucio por la muerte de Águeda en enero del año pasado.

Así lo indicó el acusado durante la última jornada de la vista oral celebrada estos últimos tres días en la sección quinta de la Audiencia Provincial, con sede en Vigo.

Francisco Javier ejerció su derecho de la última palabra en el juicio y aprovechó para afirmar que estaba arrepentido "por lo que hice" y agregó que su intención el día de autos "no era que acabará así".

Previamente a esta última declaración del acusado, que durante la vista oral sólo se le escuchó a preguntas de la defensa, los psicólogos forenses que examinaron a Francisco Javier negaron que el joven tuviera una patología mental, aunque sí explicaron que padece un trastorno "antisocial" de la personalidad.

Los psicólogos señalaron que ese trastorno antisocial de la personalidad del acusado va asociado a un patrón de comportamiento "propio de los delincuentes", pero que, independientemente de esto, Francisco Javier sabe distinguir "el bien del mal".

"Sabe perfectamente lo que hace, lo que hizo y que pudo haberlo evitado", subrayaron los expertos, quienes agregaron que, aunque no tiene capacidades intelectuales como la media, tampoco es deficiente.

Con respecto a las calificaciones finales, el Ministerio Fiscal y la acusación particular mantienen la misma petición inicial de pena de cárcel de 20 años, por un delito de asesinato con alevosía, ya que la joven Agueda no tuvo posibilidades de defenderse por lo alejado del monte como por la fuerza física del agresor, indicaron.

"Buscó intencionadamente eliminar cualquier defensa", explicó la fiscal, quien añadió que si en el juicio no se ha hablado del móvil sexual es porque no existe ni un sólo indicio que lo probara, aunque indicó que tampoco se cree que el móvil fuera el económico, como defiende el acusado.

Según la fiscal, "a mí se me ocurre otro tipo de móvil, pero no la agresión sexual, porque no hay datos que así lo confirmen", dijo y afirmó que no existen "bases" para determinar que hubiera una violación, ya que los forenses no encontraron rastros de esperma.

Sobre las dudas surgidas después de que los forenses estimaran la muerte de Agueda tres días antes del hallazgo del cadáver, pero no el mismo día de la desaparición como sostiene el acusado, la fiscal aclaró que la posibilidad de que la joven hubiera estado retenida también se investigó y que finalmente tampoco hubo indicios.

"Se peinaron todas las líneas de investigación", insistió, y aseguró que no hubo "ningún indicio de haber estado retenida cuatro días" antes de la aparición del cuerpo en el monte Chan da Lagoa.

La acusación, a diferencia de la fiscal, sigue defendiendo que Agueda permaneció unos días retenida y que si se subió al coche del acusado es porque quizás alguien más iba dentro.

Precisamente, el abogado de la acusación confirmó a los periodistas que "no descarta" que, tras la finalización de este proceso, pida una nueva investigación para intentar dilucidar si Agueda estuvo o no retenida unos días antes de su muerte.

Para el fiscal y la acusación, Francisco Javier planeó el asesinato y que "no se volvió loco" el día de autos porque el acto ya lo tenía premeditado.

La defensa sostiene cinco años de cárcel por un delito de homicidio, pero ha retirado la eximente completa de inimputabilidad, aunque mantiene los atenuantes de confesión, arrebato y colaboración. También pide la eximente incompleta por enajenación mental transitoria.