España espera que la cumbre diseñe una "hoja de ruta" para fijar los compromisos tras Kioto

Madrid.-  España confía en que la Conferencia de Cambio Climático de Naciones Unidas que comienza el lunes en la isla indonesia de Bali diseñe la "hoja de ruta" que se debe seguir para contar con otro régimen de compromisos mundiales después de 2012, cuando finaliza la aplicación del Protocolo de Kioto.

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(EFE)

Imagen de archivo de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.

El proceso de negociación de ese nuevo régimen de compromisos debería culminar en 2009, para que los países tengan tiempo de ratificar el nuevo Protocolo -que previsiblemente llevará el nombre de Copenhague- antes de su entrada en vigor.

El secretario general para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Arturo Gonzalo Aizpiri, señaló en declaraciones a la prensa que la cumbre de Bali supone "la hora de la verdad" para diseñar un plan de lucha contra el cambio climático más ambicioso que el Protocolo de Kioto.

Aizpiri corroboró la apuesta de la UE en ese sentido y subrayó la importancia de la reunión de Bali para conocer además hasta dónde están dispuestas a llegar algunas de las economías emergentes (citó China, India, México y Brasil) para disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero.

La delegación española en la Conferencia estará encabezada por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y de la misma formarán parte medio centenar de personas, en su mayoría de la Oficina Española de Cambio Climático y representantes de comunidades autónomas.

Aizpiri informó de que ya existe a escala internacional un elevado grado de acuerdo respecto a algunas líneas generales sobre las que trabajar en los próximos años, en concreto -dijo- en aspectos relacionados con la mitigación del cambio climático, la adaptación a sus efectos, las inversiones y la financiación.

El responsable de Medio Ambiente recordó que los países desarrollados han coincidido ya en la importancia de acometer una reducción sustancial de sus emisiones globales de gases de efecto invernadero, incluso por debajo de la mitad de los niveles de 2000 en el año 2050.

Para ello, explicó Aizpiri, las emisiones de gases de efecto invernadero tendrían que alcanzar el máximo en los próximos diez o quince años, y los países desarrollados deberán reducir sus emisiones entre un 25 y un 40 por ciento en el año 2020 respecto a las del año 1990 -año de referencia para el Protocolo de Kioto-.

Explicó además que España defenderá en Bali y en la negociación multilateral que seguirá a la cumbre, que las políticas de adaptación al cambio climático deberán tener, en el acuerdo "post-Kioto", el mismo nivel de compromiso que las orientadas a mitigar el calentamiento.

Aizpiri subrayó la importancia que para España tienen las políticas de adaptación, debido a que se encuentra en una de las regiones del mundo más vulnerables al cambio climático, y que es importante implementar medidas para detener el calentamiento, pero también prepararse para paliar sus efectos.

España defenderá también que el protocolo que siga al de Kioto establezca un régimen de incentivos para evitar la deforestación.

Respecto a tecnologías modernas como la del almacenamiento y captura de carbono, Aizpiri se mostró convencido de que ésta estará todavía en una fase incipiente en el año 2020, aunque puede ser muy efectiva y contribuir a reducir de una forma importante las emisiones en el año 2050.