La tranquilidad y el civismo marcan la jornada electoral en Caracas

Caracas.-  La paz y la tranquilidad marcaban hoy el ambiente en los centros de votación de Caracas, donde con una regular a buena afluencia acudían los electores para pronunciarse sobre la reforma constitucional presentada por el presidente Hugo Chávez.

Bajo un cálido sol y una agradable brisa, típicos de la época navideña caraqueña que comienza, los capitalinos esperaban pacientes en las colas a las afueras de los numerosos centros de votación habilitados para el referendo nacional, el quinto que se realiza en el país desde que Chávez asumió el gobierno en febrero de 1999.

La mayoría de las mesas de votación se instaló temprano en la mañana, con retrasos de máximo dos horas respecto a la hora oficial de apertura (6.00 hora local/10.00 GMT), según dijeron a Efe responsables de centros electorales del este y oeste de la capital.

Agregaron que la afluencia de votantes era, al menos hasta cerca del mediodía, de regular a buena y destacaron que los votantes asistían en "oleadas" a sufragar.

Gabriel Cabello, miembro de una de las nueve mesas del colegio Fermín Toro, en el centro caraqueño, dijo a Efe que hasta cerca de las 10.00 hora local (14.00 GMT) habían votado entre 13 y 14 por ciento de los casi 500 electores registrados en esa mesa.

En el liceo Andrés Bello, también en el centro de Caracas y uno de los mayores centros electorales, con casi 13.000 votantes inscritos, la fila de ciudadanos se prolongaba varias decenas de metros alrededor de esa escuela pública.

Los electores conversaban tranquilamente sobre el tema político y también de otros asuntos, como ponerse al día sobre la vida de amigos y vecinos que hacía tiempo no veían y con los que se han topado mientras esperaban para ejercer su derecho al sufragio, como pudo constatar Efe.

"Voté rapidísimo, el sistema (automatizado de votación) es sencillo y rápido", comentó Sol Córdoba, una ama de casa que consideró que "el retraso se produce en la cola para entrar al centro de votación y luego ante las máquinas capta-huellas" o de identificación del votante.

La "lentitud" de las máquinas de identificación del votante, que busca impedir la duplicidad del sufragio, fue señalada por varios responsables de centros de votación como la principal causa de los retrasos en el proceso electoral, aunque votantes entrevistados por Efe dijeron que ese trámite les pareció "rápido".

"Lo mejor es el sistema (automatizado) de votación, que fue hecho por jóvenes que son muy prácticos", declaró Junto Martínez, de 68 años, un profesor jubilado y ex director de un colegio público del oeste de Caracas, quien alabó la "cordialidad" de los militares que custodian los centros de votación.

Las personas mayores fueron las que encontraron dificultades para manipular el sistema automatizado de votación, "uno de los más modernos y confiables del mundo", según el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Luis Alberto Marín, uno de los coordinadores del centro electoral liceo Andrés Bello, dijo a Efe que hasta el mediodía se habían registrado "11 casos" de "votos que salieron nulos" porque a los electores, todos ancianos, se les venció el tiempo que da la máquina ejercer el sufragio.

Mientras discurría en paz el proceso electoral, las actividades en Caracas continuaban como cada domingo: panaderías, quioscos y restaurantes abiertos, calles y avenidas con tráfico normal de vehículos y parques abiertos con personas disfrutando al aire libre.

Eso sí, sin alcohol, por la aplicación de la llamada "ley seca" que rige desde el sábado por la mañana y concluirá este lunes.

El CNE ha señalado que ofrecerán un primer boletín de resultados entre tres y cuatro horas después del cierre de los centros de votación, establecido a las 16.00 hora local (20.00 GMT), o hasta que no haya electores en cola, de acuerdo a la norma vigente.

Más de 16 millones de venezolanos han sido convocados por el CNE a las urnas para que se pronuncien sobre el proyecto de reforma de 33 artículos presentado por Chávez el pasado 15 de agosto, y ampliado a 69 artículos por el Parlamento oficialista.

Chávez ha dicho que su proyecto es "indispensable" para "acelerar" la instauración del socialismo, que, según él, es el "único camino a la paz y la justicia".

La oposición política, las cúpulas empresarial y comercial, y el Episcopado rechazan la reforma por "antidemocrática", ya que otorga poderes "imperiales" a Chávez y lo "eterniza" en el poder.