El deporte estadounidense llora la muerte del futbolista Sean Taylor

Miami (EE.UU.).-  Compañeros de equipo, familiares y amigos de Sean Taylor asistieron hoy a las honras fúnebres por el jugador de los Pieles Rojas de Washington del fútbol americano, quien falleció a los 24 años tras recibir el pasado lunes un disparo en una pierna.

ampliar foto

(EFE)

Fanáticos de los Washington Redksins son vistos ayer, durante un homenaje al defensa Sean Taylor, antes del comienzo del juego por la NFL entre los Buffalo Bills y los Washington Redskins, disputado en el campo FedEx de Landover, Maryland (EEUU).

Junto a miles de simpatizantes que se dieron hoy cita en la Universidad Internacional de Florida (FIU) para despedir a Taylor, se encontraban también presentes directivos de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) y personalidades del deporte nacional, informaron los medios locales.

"La NFL está orgullosa de Sean Taylor", dijo Roger Goodell, presidente de esta organización, a la multitud que se había congregado allí, cerca de 3.000 personas.

El deportista estadounidense murió un día después de ser herido de bala en una pierna por unos presuntos ladrones que penetraron en su domicilio de Palmetto Bay, situado al sur del Condado de Miami-Dade.

La policía detuvo la semana pasada en el sureste de Florida a cuatro jóvenes, tres de ellos adolescentes, en relación con el asesinato de Taylor, quien falleció en el hospital Jackson Memorial de Miami, adonde había sido trasladado en helicóptero tras recibir un impacto de bala que le atravesó la vena femoral.

Sobre los cuatro sospechosos pesan los cargos de asesinato no premeditado, invasión de morada con arma de fuego y robo a mano armada.

La ceremonia religiosa comenzó con la proyección de diapositivas que mostraban imágenes de la vida de Taylor y continuó con himnos y oraciones en recuerdo del destacado deportista de la NFL, en quien la mala fortuna se cebó.

Al parecer, el jugador, de 95 kilos de peso y 1,88 metros, decidió regresar de imprevisto a Miami, donde reside, para someterse a en esta ciudad a una segunda opinión médica sobre su golpeada rodilla.

De acuerdo con la policía, los sospechosos habían planeado un simple robo, aprovechando la ausencia del deportista de su domicilio, algo que derivó en un trágico suceso cuando éstos encontraron a Taylor en el interior de la vivienda.

Un gran número de los asistentes a la ceremonia fúnebre llevaba puesta una insignia con el número 21 escrito en ella, número habitual con el que jugaba Taylor en los partidos de fútbol.

Por su parte, el conocido reverendo Jesse Jackson recordó en la ceremonia, transmitida por televisión, que "incluso los campeones viven en peligro" y expresó su preocupación porque "hayamos aceptado la violencia como norma", algo, dijo, que " se debe rechazar".

Está previsto que, después de la ceremonia fúnebre, los restos de Taylor reciban sepultura en un cementerio local.

Según diferentes versiones, Taylor y su novia, Jackie García, sobrina del actor estadounidense de origen cubano Andy García, se despertaron alertados por el ruido que causaron los sospechosos al penetrar en la vivienda.

Mientras García se escondió bajo las sábanas con su bebé de 18 meses, Taylor, armado de un machete que guardaba en su habitación, intentó salir y enfrentarse a los intrusos.

Sin embargo, un presunto ladrón entró en el cuarto y disparó dos veces. Una de las balas impactó en la ingle del deportista y le produjo una fuerte hemorragia de la que no pudo recuperarse.